En el análisis final de la actuación de la 4T en la pandemia por COVID-19 se tendrá que valorar la estrategia en el tratamiento terapéutico establecido por las autoridades sanitarias. Se sabrá si la 4T tuvo la claridad, la voluntad y la certeza de desarrollar de manera puntual una estrategia terapéutica eficaz o fallida. Si bien es cierto no existe un tratamiento terapéutico 100 por ciento validado por la evidencia científica, existen avances importantes en la experiencia mundial que deberían ser considerados por la autoridades sanitarias mexicanas.
Hasta ahora la 4T se confió a medidas solamente preventivas, evitando, omitiendo o soslayando las diferentes opciones que se experimentan en otros países. Así tenemos que, como señalé en un artículo anterior publicado el 29 de Mayo del 2020, uno de los medicamentos que cumple las mejores expectativas para abatir la pandemia de COVID-19 es la Ivermectina, un antiparasitario que cumple también la función de inmunomodulador y actúa en la replicación del virus Sars Covd-2 en etapas tempranas de la infección. Si bien es cierto, esto sólo se ha establecido por asociación.
En algunos países como Perú y Bolivia lo han adoptado como tratamiento compasivo con excelentes resultados. Así mismo se ha utilizado en Chile, Argentina y República Dominicana en diferentes ensayos de protocolos de investigación y en algunos como práctica de política pública.
La cerrazón de nuestras autoridades sanitarias no ha detenido la prescripción de la Ivermectina en nuestro país. Como señalé así mismo en mi artículo anterior, un grupo de médicos nos dimos a la tarea de revisar la bibliografía en los inicios de la llegada de esta enfermedad a México y sugerimos la Ivermectina con fines compasivos, obteniendo excelentes resultados con la cura de dichos pacientes.
Según proyecciones estadísticas, la pandemia en México alcanzará una pérdida humana de 85 mil a 150 mil personas sino es que más, esta proyección es dramática por sí misma. La OMS y la OPS, dos organismos mundiales que no han dado muestras de querer aliviar esta pandemia, siguen manejando los hilos de nuestras autoridades sanitarias (quienes no han querido sacudirse el yugo) y más que servir a la humanidad hace sospechar que se encuentran coludidas con los grandes intereses farmacéuticos.
Afortunadamente la sociedad civil mexicana ya está tomando cartas en el asunto y se está organizando para salvaguardar sus vidas. En Coahuila, Sonora, Nuevo León y diferentes estados de la República, médicos conscientes y activistas sociales empujan al gobierno para el uso compasivo de la Ivermectina.
Compañero Presidente Andrés Manuel López Obrador, es necesario que le dé un manotazo a la mesa de seguridad sanitaria y exija resultados. No es posible continuar con esta insensibilidad.
Compañero Presidente Andrés Manuel López Obrador, ¿no piensa que ya es tiempo de mandar al diablo las instituciones como la OMS y la OPS que todo indica que están a favor de la corrupción?
¿O será que como usted dice en su máxima: “solo el pueblo salva al pueblo” y la 4T será rebasada por la sociedad civil? Por el bien de todos… espero que no.
Dr. Arnulfo Ruiz Martínez. Médico Especialista en Salud en el Trabajo. Jubilado del IMSS.