El presidente Andrés Manuel López Obrador efectivamente tiene razón en acabar con el huachicol pues no solo daña a las finanzas públicas del país, sino que también daña la economía de los mexicanos. Existe un grave problema con la venta de gasolinas robadas y peor aún es incentivada por los mismos ciudadanos y dependencias de gobierno, y digo dependencias de gobierno porque es bien sabido que las corporaciones policiacas, trabajadores de CFE, PEMEX y empleados de la federación, los estados y municipios compraban dicha gasolina a la vista de todos.

El acabar con el huachicoleo es tarea de todos ya que por desgracia los mexicanos no solo somos corruptos también somos corruptores (comprando gasolina robada) y corruptibles (por ejemplo, al aceptar dar un moche a alguna autoridad). Lo llevamos tatuado en la frente y es algo que debe acabar pues nuestro país no cambiará mientras tengamos ese pensamiento insidioso de hacer las cosas al aventón, al ahí se va, etc.

López Obrador debe aprovechar ahora que el ejército y la Marina están en las instalaciones de PEMEX a lo largo y ancho del país para darle un duro golpe a su sindicato charro que roba recursos a la paraestatal para darle la vida de lujo a una camarilla de líderes sindicales y no me refiero solo a Romero Deschamps, pues él es la cabeza, pero en realidad hay decenas de líderes regionales que viven como jeques y el país ya no lo soporta más. Se tiene que hacer justicia al pueblo de México acabando con ellos y promover lo antes posible la libertad dentro del sindicato permitiendo a sus agremiados elegir a sus dirigentes por medio del voto libre y secreto.

Sin embargo, Andrés Manuel no está tomando la mejor decisión cerrando los ductos, pues tan solo en León Guanajuato se estima que se han perdido 950,000,000 de pesos tan solo en pocos días que hay desabasto de combustible. En Michoacán y otros estados ya se ven afectados los servicios de transporte público y en otros hasta hay desabasto de combustible para los aviones comerciales.

Lo curioso del asunto es que aun cuando han pasado varios días el Peje ha dicho que ha sido un éxito su estrategia, pero… ¿Dónde están los huachicoleros detenidos? ¿Dónde están aquellos ciudadanos que compraban dicha gasolina de manera ilegal? La sociedad mexicana merece conocer tanto a los criminales de cuello blanco como aquellos que están en el nivel más bajo de esta cadena de corrupción.

El pretexto que pone López Obrador de no hacer compras de pánico es totalmente culpa de él al no informar a las y los mexicanos de la situación actual y no dando certidumbre de que la gasolina se seguirá suministrando, ya que de lo contrario tienen total razón los ciudadanos de llenar sus tanques e incluso comprar bidones para el futuro que ahora vemos inciertos. Es por ello que el libre mercado debe profundizarse porque de esta manera se incentiva a los gasolineros a organizarse y comprar en el extranjero gasolinas y por ende el ciudadano hará ejercer su derecho a comprar la cantidad de gasolina que él desee.

Es un mito que aquellas gasolineras que sufren desabasto se debe a que ellos compraban gasolina huachicol porque para empezar toda gasolinera reporta el ingreso de X cantidad de miles de litros que recibe de la paraestatal y también reporta, al solicitar un nuevo abasto, de mostrar que los litros anteriormente comprados fueron vendidos. Es como cualquier empresa que informa al SAT su stock y con base a esos productos que tiene no puede vender más de lo que reporta porque así los números no cuadran y tengan por seguro que cuando eso sucede, Hacienda les cae encima con una auditoría.

Si este es un punto de quiebre para darle un duro golpe al robo de combustible, al financiamiento del crimen organizado por medio de mayor seguridad en las instalaciones de PEMEX no me queda más que esperar los resultados en un mediano plazo.