El día de ayer, se llevó a cabo en Veracruz el quinto foro de consulta nacional @acuerdoedu encabezado por el próximo secretario de educación pública, Esteban Moctezuma Barragán.

Lo que debió ser un espacio plural y respetuoso enfocado a la construcción de propuestas constructivas y serias para incidir en la política pública en materia educativa, se convirtió en un mitin proselitista donde las autoridades presentes -con la honrosa excepción de la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara- propiciaron un clima de linchamiento hacia actores y propuestas que piensan que la Reforma Educativa debe revisarse a fondo pero debe también conservar “lo bueno” que aportó su implementación: Miles de maestros que sin dinero, “palancas” ni méritos gremiales diferentes a un examen de ingreso, obtuvieron su plaza gracias a esta Reforma y otros miles más que obtuvieron una promoción o están en vías de, también gracias a ella.

Si como afirmó don Jesús Reyes Heroles, en política “la forma es fondo”, el foro de consulta que se llevó a cabo el día de Veracruz augura días difíciles para los docentes que no forman parte del Movimiento Magisterial Popular Veracruzano (MMPV por sus siglas), del que el mismo gobernador electo Cuitláhuac García se declaró miembro activo y al inicio del foro de levantó del presídium para corear con un nutrido grupo de compañeros “¡Ya cayó, ya cayó, la Reforma ya cayó!”

En las formas, fue revelador observar la postura de Esteban Moctezuma ante la gravedad del asunto, pues el futuro gobernador de Veracruz estaba ahí para escuchar a TODOS los maestros, no para formar parte de la porra de una expresión magisterial respetable pero diferente, con el mismo derecho a ser escuchada que el resto de los participantes.

Ante la imprudencia, Moctezuma Barragán decidió sumarse al agravio al tiempo que contradecía en las formas el propio discurso de AMLO, pues aunque nuestro Presidente electo ha manifestado su oposición a la Reforma Educativa, también ha afirmado que todas las voces magisteriales deben ser respetadas y las propuestas analizadas para bien de todos los maestros y los niños de México...¡ese es el objetivo de los foros!

Pues no. Lo que tuvimos la oportunidad de observar el día de ayer fue un mitin proselitista encabezado por el gobernador electo, quien después de marcar el ritmo de la reunión, pidió tardíamente respeto a sus correligionarios que, envalentonados por la primera reacción del funcionario electo, impidieron que otras voces fueran escuchadas.

Sirva este artículo para recordar al lector-docente que todos somos compañeros, que podemos disentir, pero cada expresión tiene simpatizantes. Agraviar a una facción magisterial, quitarle su derecho a expresar formas diferentes de entender los vientos de cambio que soplan en el mundo, es atentar contra nosotros mismos.

Nadie puede negar que una de las graves fallas de la Reforma Educativa es la implementación a ras de suelo por parte de funcionarios que ocupan puestos donde se requiere habilidad administrativa a la par de la técnico-pedagógica y cuyo desempeño no está sujeto a los procesos de evaluación a pesar de ser lamentable. Desde mi punto de vista, eso es lo que hay que denunciar. En el papel y excepto por la palabra “permanencia”, las tres leyes secundarias que soportan la Reforma Educativa son casi perfectas.

En ese orden de ideas, la estrategia de lucha debería ser diferente: cumplir con la ley para exigir que ésta se cumpla a pie juntillas

¿La SEP  nos obliga a evaluarnos? Entonces vamos por el resultado “destacado”, obliguemos al Gobierno a pagarnos un sueldo digno obtenido a través de las reglas que ellos mismos pusieron en el campo de juego. Y por supuesto, ahí nos podemos dar cuenta de que la evaluación verdaderamente punitiva es la que hoy tratan de aplicarnos a quienes nos promovimos gracias a la Reforma Educativa, pues debemos permanecer 4 años en el cargo para poder aspirar a participar en el proceso de promoción en la función y obtener un sueldo digno. Eso sí es punitivo, injusto y carente de sentido.

¿Qué se debe revisar también? Como dije, la palabra “permanencia”. En eso, todos estamos de acuerdo, pues conocemos a Maestros extraordinarios que debido al paradigma con el que fueron formados, no solamente son ajenos a las TIC´s, sino al examen de 8 horas frente a una computadora. Un verdadero Maestro es mucho más que eso. Claro que sí.

El punto es que todo lo anterior debe ponerse sobre la mesa en medio de un clima de respeto y apertura. Los maestros no podemos darnos el lujo de volver a padecer la división y el agravio que sufrimos en el marco de la promulgación de la Reforma Educativa. Personalmente, sigo convencida de que la organización sindical es la que tiene la representación y la fuerza suficiente para defender nuestros derechos laborales si tenemos la voluntad de mantenernos unidos más allá de las aparentes diferencias que nos separan.

Sí, entiendo a quienes piensan diferente. Comprendo su sentir, pero los invito a replantear la estrategia, pues en mi opinión, si algo no nos gusta, hay dos formas de cambiar las cosas: una es promoviendo la confrontación frontal, que hace del agravio y la difamación sus estrategias preferidas. Otra, es participando como marcan los mismos cánones de la organización y cambiar el estado actual de las cosas desde las mismas entrañas de la bestia.

Lo anterior tiene que ver con una forma de vida y trabajo diferente, pues en un país donde “chingón” es quien quiebra todas las reglas y se sale con la suya, lo verdaderamente revolucionario es que todos ganemos con apego a la ley, al bien común y a la justicia en todas las áreas de nuestra vida. Casi nada ¿verdad?

¿Usted qué opina, estimado lector?