Hidalgo otra vez está en boca de todos. Y es que el gobierno de Francisco Olvera Ruíz ha vuelto a destacar en las listas de la publicación internacional Forbes, siendo en esta ocasión el motivo, el ocupar la poca honrosa tercera posición nacional en el Índice de Mala Administración Gubernamental (IMAG), en cuya cúspide solamente se encuentra por debajo de las administraciones de Baja California Sur y de Morelos.
La mala administración del gobierno estatal se debe al uso ineficiente que hace la entidad respecto de sus recursos financieros, a los despilfarros con los que conduce sus recursos materiales, la pésima gestión de sus recursos humanos así como por llevar a cabo una mala política de adquisiciones.
Sobre el indicador referido, la revista señala que el mismo fue elaborado “en base a estadísticas oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Secretaría de la Función Pública (SFP), así como de estimaciones elaboradas por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO)”.
Demasiados vehículos para los más cercanos a Olvera… y hasta para los de su esposa
De acuerdo con la investigación, Hidalgo es el claro ejemplo de las administraciones “que mayor número de vehículos oficiales designan a los trabajadores que laboran en el Despacho del Ejecutivo” así como de aquella “que mayor proporción de vehículos destinan a sus respectivas áreas DIF respecto de su flotilla total”.
A pesar de la pobreza en la que Hidalgo se ha mantenido al paso de las generaciones, resulta que el gobierno de Olvera Ruíz, concretamente en su despacho, ostenta tal cantidad de vehículos oficiales que cuenta con mayor número de ellos que de asesores, auxiliares y anexos. Es más, si entre sus asesores de imagen se cuenta con un lustrador de zapatos, éste también gozaría de un vehículo para trasladarse a realizar sus funciones…. al fin que alcanza para eso y más.
No conforme con lo anterior, el gobierno de Olvera es también quien mayor número de unidades delega al Sistema DIF estatal, área donde labora su esposa Guadalupe Romero, y en la que también le preocupa que los asistentes de la misma gocen de todos los beneficios que el erario puede costear, aún si dichos vehículos son más indispensables para otras áreas prioritarias.
Mientras sean amigos, sueldazos a trabajadores… aunque no sean profesionistas
Según la información publicada, consultable también en el Inegi bajo el título ‘Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales 2015’, detrás de Sonora –que no informa sobre los ingresos de sus empleados-, Hidalgo es la entidad peor evaluada en cuanto a la gestión de Recursos Humanos, toda vez que hasta el 4% de su plantilla laboral, cobra más de 50 mil pesos mensuales, siendo la más alta del país.
Y es que si bien cuenta con 77 titulares de dependencias gubernamentales que podrían cobrar ese jugoso sueldo superior a los 50 mil pesos –aunque 6 de ellos apenas tengan formación básica-, existen por lo menos otros 3 mil 246 trabajadores que también cobran esas exorbitantes cantidades, además de otros 8 mil 231 trabajadores más que cobran entre 25 y 50 mil pesos mensuales.
Yo digo quién gana las licitaciones
En el apartado sobre la mala gestión de contratos se puede apreciar no sólo que Hidalgo está entre las entidades que menor preferencia otorga a las empresas locales en cuanto la contratación de obra pública, sino que 7 por cada 10 contratos que realiza con proveedores, son designados por los mismos contratantes.
El informe precisa que del total de obra pública realizada en la entidad, el 45% es realizada por empresas establecidas en otras regiones del país, fugándose dicho capital a otras entidades donde contribuye a su desarrollo económico.
Es también de destacar que el 70% de los contratos de adquisiciones y de obras, no sean licitados públicamente, sino que siempre que se pueda se abusa de la adjudicación directa –la más descarada para elegir un proveedor-, en tanto que también simulan competencia a través del instrumento de invitación a cuando menos tres, donde los participantes suelen ser del mismo grupo y/o se ponen de acuerdo previamente para saber quién se quedará con el contrato y quiénes declinan.
Tampoco su administración es buena en materia financiera
Respecto de la forma en que administra sus recursos financieros, se aprecia que si se tratara de pagar la deuda pública a partir de los ingresos propios, serían necesarios 27 meses para liquidarla –sin contar los intereses-. A ello se debe sumar que hay poca libertad para la ejecución de recursos que le transfiere la federación, toda vez que dos por cada tres pesos que gasta, lo hace para el pago de sueldos y salarios de su propia administración, principalmente.