Tuve el honor de intercambiar interesantes mensajes hasta poco antes de su lamentable deceso hace ya algunos años con Luis Gutiérrez-Esparza, nadie como él para las páginas del diario unomásuno daría en México, una cobertura informativa tan detallada de los diversos conflictos suscitados en los Balcanes en las postrimerías del siglo veinte.
Resulta por demás claro que, cuando se escriba la historia de nuestro tiempo, “las guerras de Yugoslavia” inscritas en nuestro pasado inmediato cercano, serán claves para entender la concatenación de los sucesos claves de nuestro tiempo.
Pocas novelas contemporáneas serán consideradas obras clásicas de la literatura universal, una de ellas a no dudarse, que seguramente será citada junto a “Guerra y Paz” de Tolstoi, será a no dudarse “El Cerco de la Iglesia de la Santa Salvación” de Goran Petrovic, cuya pluma, me atrevo a vaticinar, será en algún momento galardonada con el Premio Nobel.
De ahí la importancia de la formidable crónica de Luis Gutiérrez-Esparza, que tiene en su temática poca pero muy selecta compañía, de la talla del finado Robert Fisk corresponsal del diario “The Guardian”, y de Tihery de Meyssan de “La Red de Voltaire”.
Las crónicas de cobertura informativa sobre el hecho en cuestión que en nuestro idioma me son conocidas, tienen que ver con autores íntimamente ligados a nuestro país como lo son al efecto Olga Wornat y ni que decir de Oriol Malló, quién obtendría el premio nacional de periodismo de Barcelona por su trabajo en la antigua Yugoslavia.
La “Ciudad Condal”, cuna de origen de Oriol, es gobernada por una alcaldesa denominada “anti-sistema”, Ada Colau, que ha instituida una empresa pública de generación de energía que, sin subsidios, a diferencia de lo que sucede con las empresas contratistas de la CFE, ha reducido las tarifas de los consumidores, sin emplear de manera gratuita y onerosa infraestructura en la que no invirtiera tal y como hacen aquestas respecto a la corresponde a la propia CFE, y con recursos renovables, como al efecto lo es la subutilizada energía eléctrica derivada del complejo de presas sobre el Rio Grijalva a saber : Peñitas, Chicoasén Maltrata y la Angostura, subutilización derivada de la primacía otorgado a los referidos contratistas.
No podemos tener ya el gusto de conversar con Luis Gutiérrez-Esparza, no obstante, tener como invitado a Oriol Malló habrá de ser por mucho un lujo inestimable, así escuchar su extenso trabajo de investigación sobre otro de los tópicos claves de nuestro tiempo: la transición energética, cuya implementación, por lo demás, en mucho más de un aspecto se habría derivado del conflicto mismo de los Balcanes.