Para mí fue un verdadero privilegio poder coincidir, en un vuelo a los Ángeles la semana pasada, a lado de uno de los grandes orgullos de México, como lo es el cineasta, guionista, productor, locutor y compositor mexicano, ganador de cuatro premios Óscar, que actualmente es considerado uno de los mejores cineastas en Hollywood y el mundo, Alejandro González Iñárritu.

Tirando café después de su visita a México

Quiero decir, que fue tal mi emoción, que sin querer le derrame el café, pero más allá de esta anécdota chusca, El Negro, como le dicen y se le conoce, regresaba a Los Ángeles donde actualmente radica, después de presentar su documental titulado Carne y arena (Virtualmente presente, físicamente invisible), que se exhibirá en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco a partir del lunes 18 de septiembre.

Su trabajo que, por cierto, previamente fue presentado en el Festival de Cannes y en la Fondazione Prada de Milán, tiene como personajes centrales a un grupo de migrantes perdidos a su suerte en el desierto estadunidense, donde la peor de sus pesadillas se encarnará en forma de policías de la patrulla fronteriza.

El difícil tema de la Migración

El tema de la migración que aborda González Iñárritu no es nuevo, ni tampoco oportunista, es una preocupación que ha estado presente en gran parte de su trabajo fílmico, como lo fueron las cintas Babel y Biutiful.

Sin duda alguna, su trabajo cobra mayor relevancia actualmente ante el debate presente que se ha desatado en Estados Unidos y México en los últimos días por la iniciativa del presidente estadounidense, Donald Trump sobre el destino que puedan tener los Dreamers, pero también como lo dice el propio autor: Carne y Arena es un homenaje a una crisis de la migración que estamos viviendo en todo el mundo”.

Los Dreamers

Nuevamente, el trabajo de González Iñárritu cobra mayor relevancia para el futuro de los jóvenes soñadores. A partir de la decisión de Trump para definir en seis meses el programa DACA, ofrece aportes importantes para el debate en el Congreso estadounidense, que es ahí donde se va decidir el tema.

En el caso particular de los jóvenes DACA, asegura que el 99% de quienes van a votar en el Congreso están desinformados, asegura que “hay perjuicios contra ellos donde la gente los percibe como oportunistas económicos, como que van a hacer unos centavos y luego se regresan para ganar un poco de dólares, que era la percepción de antes, y luego son manipulados para criminalizarlos y capitalizar políticamente las elecciones y enaltecer los sentimientos xenofóbicos”.

En una entrevista, destacó que no se entiende al migrante y genera una crisis mundial que afecta desde el más pobre hasta el más rico. Asegura que no son migrantes, sino refugiados.

También destacó como desde su trinchera está haciendo algo, al asegurar que "ante la retórica racista y la ignorancia, solo desde esta plataforma de historias, humanismo y tecnología es que yo puedo hablar".

Realmente el trabajo de González Iñarritu se vuelve un gran aporte al debate, no sólo en México sino mundialmente, sobre uno de los fenómenos más importantes y graves que se presentan actualmente en el mundo.

Mis diferencias con su discurso con migrante también

Respecto a este fenómeno de la migración, cabe destacar y aquí sí puedo no estar tan de acuerdo con el Negro, es en cuanto a su declaratoria que parece más discurso político de campaña electoral, al referirse como causa al neoliberalismo, capitalista que subordina todo a la acumulación de riqueza.

Evidentemente, el sistema de globalización y la distribución de la riqueza son factores que tiene que ver, pero en realidad obedece a fenómenos sociológicos más profundos que han estado presentes en la historia de la humanidad y que se presentan cuando ésta se encuentra en un proceso de cambio y salen todas las barbaridades de que somos capaces como la corrupción, que se presenta tanto en regímenes socialistas, como capitalistas o las ambiciones mezquinas del poder, que igual que con Trump se presentan en Corea del Norte o en varios países de Europa.

Tan solo por mencionar uno de los capítulos de la historia universal que cambiaron al mundo, la creación del Estado Moderno en el Siglo XVI, donde para ello uno de los fenómenos que estuvo presente, fue, sin lugar a dudas, el de la migración y que se daba por las mismas causas que hoy explica atinadamente el cineasta, entre ellas la aparición del comercio mundial que vino a dar un arreglo al asunto migratorio y de identidad, en fin, esto es tema de un debate distinto.

Los que lucran con el tema

Lo que hoy pone en la mesa Alejandro, es sumamente importante y que sin lugar a dudas destaca lo negativo de la retórica racista y la ignorancia de los congresistas que debatirán y votarán el tema de los soñadores, pero que yo le sumaria, que tristemente se da en ambos lados de la frontera, donde muchos de nuestros políticos lucran con el tema y poco aportan para combatir las causas por los cuales son expulsados, como la pobreza, la corrupción y la educación y pero aún exaltan el tema xenofóbico como plataforma política.

De este lado existen igualmente personajes que hablan y hablan y jamás han estado con un migrante como Jorge G. Castañeda, Luis Ernesto Derbez y un buen número de políticos que realmente solo quieren lucran políticamente con este grave problema y otros que hasta colectas hacen como si eso fuera  lo que va resolver el grave problema, o piden que nos levantemos de la mesa de negociación del TLCAN.

La nueva escuela del cine mexicano

Aprovecho, como lo hice a través de este mismo espacio el 11 de mayo de 2015 para reconocer a la nueva escuela del cine mexicano con Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu, Guillermo del Toro y Emmanuel Lubesky, que dejan un buen sabor de boca entre los nuevos cineastas que se están formando con historias bien documentadas y bien realizadas como Michel Franco con Lucia o las Hijas de Abril y otros más, que han podido llegar a espacios como el Short Film Corner en el festival de Cannes donde se han presentado cortos como “Vituperio”, dirigido por Roberto Martínez y producido por Diego Esquivel y Fernanda Perabelez y “¿Cuando seas grande?” de Laura Andrea López Estrada, entre otros muchos que se están abriendo espacio y trayendo trabajos destacados como el que hoy nos presenta Alejandro González Iñárritu, que estará en exhibición hasta el mes de abril de 2018, el tiempo en que se debatirá la iniciativa para los jóvenes soñadores del programa DACA.

En fin, aún muero de pena pero ¿quién puede contar que de la emoción le tiró el café al Iñarritu?