JULIO SANTAELLA, Y LAS TRES CRISIS

Julio Santaella, el presidente del INEGI, publicó ayer el siguiente Twitt.

Economista brillante - quien encabeza la institución generadora de estadísticas oficiales más importante del país- presentó un cuadro con datos de crecimiento económico para los últimos 39 años.

Durante este lapso en nueve ocasiones México registró una contracción en su economía, y de esas nueve, tres – 1995, 2009 y 1983- fueron las más pronunciadas.

Al visualizar estas tres caídas más drásticas vinieron a mi mente los entretelones de esas crisis.

 

POR EL INNOMBRABLE (1995) MÉXICO CAYÓ 6.3%

1.- En estas cuatro décadas fue en 1995, con Ernesto Zedillo, (1995-2000) cuando México registró su peor desplome, hace ya un cuarto de siglo, con una caída, según informa Santaella, de 6.3%. Millones de trabajadores perdieron sus empleos y decenas de miles de negocios se hundieron en la ruina. Fue justo cuando se creó el FOBAPROA - de triste memoria- que si bien logró sacar a flote al país lo hizo mediante una operación de salvamento de los bancos – el gobierno de Zedillo les compró carteras vencidas de empresas, muchas de ellas quebradas y algunas que sólo existían en los libros- con un enorme costo para la nación, que aún hoy se sigue pagando. Aunque Zedillo tomó esta decisión - y pagó el costo político de la crisis en su primer año- fue Carlos Salinas de Gortari, su antecesor (1989- 1994) el culpable, quien se ganó a pulso la estafeta de principal villano de México moderno. Y es que tal crisis -enteramente- fue de su manufactura personal. Los motores de la economía mundial estaban trabajando bien. Políticamente, se obsesionó con preservarse, tras bambalinas, en el poder – lo que detonó una lucha sorda entre las facciones - que culminaron con el asesinato de Luis Donando Colosio y José Francisco Ruiz Massieu, y creó inestabilidad. Y en lo económico, se empecinó en sostener un dólar barato, y permitió enormes cuentas en dólares disfrazadas en pesos. A Zedillo le explotó la crisis en la cara, que sobrevino en la forma de salida de capitales y un disparo del precio del dólar, y causó el hundimiento de la economía.

 

CON CALDERÓN (2009) EL PIB BAJÓ 5.3%

2.- La segunda crisis más aguda – vista de mayor a menor- después de la de 1995, fue en 2009, hace 12 años, durante el tercer año de Felipe Calderón (2006-2012), cuando el PIB bajó 5.3%. Vino de fuera, importada, tras desequilibrios profundos del sistema financiero internacional, que hundieron a las bolsas, y le pegaron a México. Mediante una política contra cíclica Calderón logró repuntar la economía 5.1% el año siguiente. Fue también en 2009 –al mismo tiempo que la crisis económica- cuando bajo el gobierno de Calderón el país resintió el virus de la influencia, el AH1N1, que no fue extensivo a nivel planetario - como ahora con el COVID 19- y tampoco exigió confinamiento social, que está paralizando la economía en estos momentos.

 

POR LÓPEZ PORTILLO (1983), UN QUIEBRE DE 4.4%

3.- Según los datos de Santaella, el tercer decremento en importancia, enlistado de mayor a menor, se dio en 1983, bajo la presidencia de Miguel De la Madrid (1983-1988), cuando la economía mexicana cayó 4.4%. Como en 1995, fue una crisis heredada de su antecesor, López Portillo (1977-1982), el peor presidente del México moderno, quien dilapidó en despilfarro y corrupción decenas de miles de millones de dólares de ingresos petroleros, y una cantidad impresionante de deuda nueva que contrató; pese a lo cual, terminó al final de su gestión en una profunda crisis, cometiendo además la locura de nacionalizar los bancos en su último informe de gobierno. Con un país hecho trizas, De la Madrid, heredó una crisis en su primer año, y consumió prácticamente todo su sexenio en enderezar la nave, que le cedió a Salinas.

Al ver el twitt de Santaella, no sólo vinieron a mi mente los entretelones de las crisis de los tres años que señala el presidente del INEGI como los de mayor decremento en los últimos 39 años, sino un par de preguntas – de fondo- para los días que estamos viviendo.

 

LA ACTUAL CRISIS, A CONTRALUZ DE LAS PREVIAS

¿Con la crisis que arribó a México tras la pandemia, cuánto caerá la economía mexicana este año, el segundo del mandato del presidente López Obrador?

¿A contraluz de las tres crisis -en los sexenios de Salinas, De la Madrid y Felipe Calderón- cómo está enfrentando AMLO los desafíos económicos de estos momentos?

Con este fin, primero, enlisté los pronósticos que están circulado sobre la economía mexicana para este año a fin de dimensionar su probable tamaño.

A simple vista, no despiertan demasiado optimismo (ver tabla). La previsión más moderada - de la calificadora Moody´s- es de una caída de 6.5%; y la más pesimista, de la consultora estadounidense Ducker Froontier, de un desplome de 9.5%.

Lo que llama la atención es que las previsiones ignoran la óptica del gobierno de AMLO, quien asegura que se crearán 2 millones de empleos en el año.

El programa de créditos anunciado por el presidente hace un par de semanas, no alcanza ni la mitad de 1% del PIB, amén de que está focalizado a los microempresarios, e ignora los pequeños y medianos, que generan la mayor parte del empleo.

Hay quienes avizoran un desplome mayor.

 

EL FANTASMA DE UNA CAÍDA DEL 10%, QUE AUN PUEDE EVITARSE

El Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en una encerrona con el presidente, le advirtió que si su gobierno no se decide a aplicar una política anticíclica para apoyar temporalmente a trabajadores y empresas mientras amaina la tormenta - como la que están implementando la mayoría de los países ante la magnitud de la crisis- la economía mexicana podría caer 10%., o más, en el año.

El presidente rechazó la petición. Y las relaciones con las cúpulas empresariales se mantienen tensas desde entonces.

La necesidad de un plan anticíclico que se niega a aceptar el gobierno, es la opinión prevaleciente - y el origen del pesimismo sobre las perspectivas económicas de México para 2020- . Esta semana Citibanamex, señaló que, de no haber un importante giro en la política fiscal del gobierno, y éste amplía su gasto en el equivalente de 1.5% del PIB, la caída en la actividad económica sería mayúscula, de 10.5%.

El Banco de México anunció después de eso un plan para facilitar créditos a empresas emproblemadas por 750 mil millones de pesos, operado por los bancos, un monto equivalente a 3.5% del PIB.

Es un buen paso. Pero en ausencia de un incremento del gasto público, que están recomendando los expertos, las medidas del banco central serán insuficientes para contener el tsunami económico que se avecina.

No es sólo eso. El gobierno del presidente López Obrador va en sentido contrario, a contrapelo de las recetas sugeridas por los expertos para enfrentar los desafíos enormes que están golpeando las puertas de México.

En vez de ampliar el gasto en momentos de emergencia lo está reduciendo. En la semana -presentándolo como un plan para amortiguar la crisis- anunció una profundización de los recortes de gasto público, y por segunda vez disminuciones de sueldos y prestaciones a la alta burocracia.

Los expertos reclaman también que el gobierno cancele proyectos que no deberían considerarse prioritarios en la crítica emergencia, pero también se ha resistido.

Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México, dijo a Joaquín López Dóriga en su noticiero de mediodía de esta semana, que, dada la coyuntura de caída en los precios del petróleo, la sobreoferta del hidrocarburo con la caída en la demanda y la limitación en la infraestructura de Pemex para almacenar crudo, hacen de éste un buen momento para suspender la construcción de la Refinería de Dos Bocas en Tabasco. Pero el presidente, días después - al anunciar su plan de recortes de gastos- declaró este proyecto como prioritario, junto a una amplia gama de programas sociales. Y, aparte, la Secretaría de Hacienda, dijo que distraería 65 mil millones de pesos más del presupuesto público a la petrolera, ante los problemas que atraviesa.

 

LA ENCRUCIJADA, DEL JUICIO DE LA HISTORIA

Con estos antecedentes, si el gobierno se resiste a aplicar una política anticíclica como la recomendada por los especialistas – y no sigue los otros consejos de los expertos - las probabilidades de que la economía mexicana se desplome un 10%, o incluso más, en 2020, serían muy altas.

Sería un colapso.

De suceder esto, ante las advertencias no escuchadas, su resistencia a suministrar la medicina correcta, convertirá, probablemente, como le dijeron los empresarios, una caída inevitable de 5 o 6%, producto de una recesión que llegó de fuera -secuela del microbio- en una caída pronunciada de 10%.

Sería la mayor baja en la historia de México por lo pronto en las estadísticas de 39 años que presentó Julio Santaella en su twitt. Y quizá también la más pronunciada en cerca de un siglo, desde los tiempos de la Gran Depresión de los años 30´s.

El presidente de México - a quien gusta la historia- quizá debiera reflexionar en eso.