“Las palabras son enanos, los ejemplos son gigantes”

Proverbio Suizos

La llegada a nuestro país del coronavirus, mejor conocido como COVID 19 el pasado 28 de febrero, establece el inicio del cambio en nuestra forma de vivir y actuar, tal como lo conocemos.

Tener precaución al saludar, lavarnos las manos constantemente, vivir con sana distancia, estar en cuarentena, planear las salidas, evitar reuniones son sólo algunos de los cambios que hemos empezado a experimentar.

El miedo a caer enfermos y contagiar a nuestros seres queridos nos obliga a hacer estos cambios. El ejemplo de lo que ha estado pasando en países como Italia y España, y últimamente en Estados Unidos, nos ha puesto en alerta como sociedad.

Andrés Manuel no es solo nuestro Presidente,  es el influenciador más grande del pueblo, el más grande que ha existido en muchos años, y debe de actuar con tal carácter y responsabilidad.

Si desde mi trinchera pudiera aconsejar al Presidente, le diría que debe reconocer al enemigo. No solo es la economía o una pandemia que amenaza con matar a muchos mexicanos. Son los medios, los empresarios molestos por las dávidas perdidas, grupos selectos que han visto perdida su posición de poder, y a ellos, no hay que alimentarlos con actitudes displicentes. AMLO, hay un dicho que dice, ayúdate, que yo te ayudaré.

Me refiero a que el Presiente, en su afán de comunicarse con el pueblo, se olvida de que todo lo que diga podrá ser usado en su contra. Recomienda que nos abracemos, cuando estamos viendo que el mundo, y el propio país nos piden sana distancia. Se olvida que salir a reuniones es ahora un riesgo y nos invita a salir a comer a fondas y restaurantes, al terminar su mañanera nos aconseja ir a desayunar como el subsecretario Gatell. Utiliza frases, como: “Como anillo al dedo”, la cual en el contexto correcto es una realidad, pero sacada del mismo parece una aberración, y finalmente nos dice que nuestra vida se puede decidir en un volado.

Todo esto, para los que lo seguimos y admiramos, entendemos de dónde vienen sus comentarios, pero hay una mayoría que basa su criterio en los memes, en comentarios de celebridades y famosos, en twitteros pagados y en los comentarios de la oposición “moralmente derrotada” como le llaman algunos.

Señor Presidente, ayúdenos a ayudarlo.