Mexicana de Aviación, que en su tiempo fue la empresa emblemática y la más grande e importante de México lleva ya más de nueve años en tierra. Dejó de surcar los cielos mexicanos e internacionales gracias a la corrupción y a la avaricia de muchos. Su estela ha casi desaparecido…

Han pasado nueve años desde que los sobrecargos jubilados de Mexicana perdieron todo lo que habían labrado durante 28 años de trabajo. Durante su vida laboral aportaron parte de su salario para crear un fondo de jubilación con la finalidad de tener una garantía para vivir una vejez digna, trabajaron arduamente para no ser una carga para nadie…

Jamás imaginaron que Mexicana de Aviación con más de 90 años de vida iba a ser saqueada y depredada, ante la complacencia de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes siendo titular Juan Francisco Molinar Horcasitas, el entonces Secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón y el Presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa con la finalidad de beneficiar a empresas nuevas como Interjet y Volaris, aerolíneas “de bajo costo” que iniciarían operaciones en el Aeropuerto Internacional de Toluca; terminal aérea que Enrique Peña Nieto siendo gobernador del Estado de México, modernizó con la finalidad de disminuir el tráfico aéreo del Aeropuerto Internacional Benito Juárez. El plan para las nuevas aerolíneas no funcionó y comenzaron a operar en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez, adueñándose de todo lo que durante nueve décadas construyó Mexicana otorgándole todos los beneficios a Aerómexico y a dichas empresas “de bajo costo”, cuyos dueños son Miguel Alemán (Interjet) y Pedro Aspe Armella (Volaris).

Además, los jubilados se percataron de que el fideicomiso que habían formado a través de los años para garantizar estabilidad en su vida, había desaparecido, éste no había sido fondeado.

Ahí se acrecentó su infierno. De la noche a la mañana habían dejado de recibir sus pensiones. Perdieron todas las prestaciones incluido el seguro social. Les arrebataron la oportunidad de vivir dignamente, su edad dificultó sobremanera la posibilidad de encontrar trabajo.

Después de muchos años de pelear mediante demandas, lograron obtener la sentencia definitiva a su favor en septiembre del 2016, pero la desilusión llegó nuevamente al ver que las autoridades de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) dilataban en ordenar el cumplimiento de la sentencia. Han pasado dos años, han muerto ya treinta de los jubilados, varios están muy enfermos, sin recursos y desesperados por su injusta situación. Mientras Gastón Azcárraga y cómplices gozan de inmensa riqueza y de libertad gracias a la impunidad.

Todos fincaron sus esperanzas con la llegada del nuevo gobierno para que al fin se les hiciera justicia.

El día 11 de noviembre los jubilados de Mexicana representados por AJTEAM acudieron a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Algunas personas que tenían programadas sus audiencias se mostraban molestas ante los jubilados al ver que tenían tomada la judicatura, llegaron representantes de la junta para solicitar se quitara el plantón a cambio de entablar por enésima ocasión, una nueva mesa de diálogo. Durante casi una década han sido engañados de que su situación tendrá solución con interminables y vacías mesas de diálogo.

En la entrada se encontraban algunas jubiladas, sentadas en sillas de ruedas enfermas y cansadas, detrás de ellas una manta hacía alusión a un probable conflicto de interés entre Luisa MarÍa Alcalde, Secretaria del Trabajo y Previsión Social, su padre Arturo Alcalde Justiniani, apoderado legal de los sindicatos de pilotos (ASPA) y el de sobrecargos ( ASSA ), la Presidenta de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, María Eugenia Navarrete y el síndico de la quiebra Alfonso Trujeque. Sindicatos poderosos, a quienes presuntamente Luisa Alcalde ha favorecido a partir de su llegada a la secretaría beneficiándolos con convenientes resoluciones exprés para la ejecución del embargo de los bienes restantes de Mexicana. Dichos sindicatos obtuvieron la resolución favorable apenas en julio de este año misma a la que se le está dando avance; mientras que los jubilados la obtuvieron desde 2016 después de un arduo trabajo. Se percibe la idea de desconocer el laudo de los jubilados, bajo la premisa de que debe de dársele prioridad a los trabajadores, con el argumento de que por ser jubilados, ellos ya no son trabajadores de la extinta aerolínea.

A su vez, están desconociendo el principio general de derecho que dicta: “PRIMERO EN TIEMPO, PRIMERO EN DERECHO".

Un probable conflicto de interés que ha ido matando poco a poco, el rayo de esperanza de los sobrecargos jubilados en la Cuarta Transformación.