El tema del retiro y las jubilaciones son un grave problema en nuestro país. Las personas que en teoría nos retiraremos durante de los próximos 20 y 30 años, nos enfrentaremos a una realidad sumamente complicada: o no tendremos derecho a pensión por no haber cotizado los años suficientes, o nuestra pensión será tan pequeña que no nos alcanzará ni para alimentarnos.

Las explicaciones son muy sencillas.

Primero, será difícil que hayamos cotizado los años suficientes, porque ya no vivimos en un mundo en donde podamos permanecer empleados durante mucho tiempo, pues los empleos fijos ya prácticamente no existen, por eso trabajamos cada vez más como emprendedores y/o por nuestra propia cuenta, prestando servicios, lo que obviamente evita que acumulemos antigüedad en el sistema de seguridad social.

Y segundo, aun si tuviéramos la antigüedad, la pensión será de risa, pues las aportaciones que por Ley se hacen a la Afore, son totalmente insuficientes para garantizarnos un ingreso que a futuro, sea razonable respecto al último sueldo percibido antes de retirarnos.

Entonces, ni cotizamos ni ahorramos, esa es la realidad, y por lo tanto no podemos tener una pensión, y mucho menos una que sea digna. Y por eso le escribía que eso de que nos vamos a retirar, es solo “en teoría”.

El antidoto para evitar esta catástrofe, consiste en que cada persona nos hagamos cargo de nosotros mismos, esto es, que cada quien ahorremos por nuestra cuenta; en la propia afore, o en algún otro instrumento del sistema financiero mexicano; para que vayamos construyendo y fondeando nuestra pensión, principalmente durante nuestros años más productivos.

Sin embargo, este antídoto también es únicamente teórico, pues en términos generales, los mexicanos no ahorramos prácticamente nada para este tema. Las razones son dos: en primera instancia, una muy buena parte de la población; el 60 % aproximadamente; tiene ingresos muy precarios, y desde luego no puede aspirar a un ahorro, lo que además es un grave crimen en términos sociales.

Y segundo, la parte de la población que sí necesita fondear una pensión y que además sí podría hacerlo; un 30% o 35 % aproximadamente; simplemente no le interesa pensar a largo plazo, y prefiere destinar sus ingresos a gastos de corto plazo, como automóviles, vacaciones y estilo de vida en general.

Así que ya sea porque no podemos o porque no queremos, pero el antídoto nomás no funciona.

Pues bien, en estos días, salió a relucir una declaración del Ing. Carlos Slim, el hombre más rico de México, al que se le podrá criticar cualquier cosa, menos que no sepa de asuntos de dinero. Se trata de otra alternativa de antídoto para el país. Y bueno, como ya levantó insultos y polémica, significa que es disruptiva y que bien vale estudiarla y considerarla.

Dice el Ing. Slim, que debemos de abrir la brecha para que las personas puedan jubilarse a los 75 años de edad, y no a los 65 años como sucede actualmente. El magnate alega que a los 65, las personas están en muy buena edad para explotar al máximo su experiencia, y poder ser productivos en una ecxonomía basada en los servicios. Vaya, dice que en esa edad es cuando se está en el mejor momento para aportar valor, por el cúmulo de vivencias adquiridas. En complemento, el empresario mexicano agregó lo siguiente:

“…el otro asunto que he estado planteando… es que en los lugares donde hay exceso de personal, se empiecen a hacer programas de tres días de trabajo de 11 o 12 horas, que trabajen tres días, para que dejen otros tres días para que trabajen otros. Entonces esto tendría menos días… más horas, 11 o 12 en lugar de siete u ocho… en esta nueva sociedad de servicios…. no es una sociedad industrial en la que hay que estar pegado a la máquina o hay que estar haciendo esfuerzos físicos. Es una sociedad en donde prevalece el conocimiento y la experiencia”.

Sin duda que se trata de una propuesta avezada, utópica para muchos, pero en opinión de su escribidor, también es muy visionaria, sobre todo si consideramos que según diversos estudios, hoy en día ya está naciendo la generación de personas que podrá aspriar a vivir 100 años.

Se trata de comprender que si la ciencia evoluciona a pasos agigantados, potenciando con ello nuestra expectativa de vida como sociedad, pues no podemos seguir funcionando como si esto no sucediera. La lógica dice que si el mundo avanza, tenemos que encontrar la manera de organizarnos de manera más efciiente. Y creo que por eso el ingeniero Slim le pone el cascabel al gato.

¿Usted cómo la ve, sí seremos una sociedad consciente? Me refiero a una de esas que rompe paradigmas.

Amable lector, recuerde que aquí le proporcionamos una alternativa de análisis, pero extraer el valor agregado, le corresponde a usted.