Los dislates de Alfonso Navarrete Prida

Primer dislate:

Alfonso Navarrete Prida, secretario de Gobernación, llamó a los precandidatos presidenciales a no promover entre los jóvenes el voto antisistémico que, dijo, “no ayuda a los ciudadanos a resolver sus problemas ni a generar confianza en las instituciones”. (Viernes 9 de febrero de 2018)

El Secretario de Gobernación al parecer no sabe mucho en qué consiste o qué significa el voto antisistémico en un proceso electoral, o no sabe bajo qué condiciones se genera el voto anti-sistema  en determinado momento.

Veamos. En el Reino Unido el triunfo del Brexit representó triunfo del voto antisistema; el No al plebiscito en Colombia y la victoria de Donald Trump son de igual forma el reflejo de la inconformidad de aceptar al mundo como lo es o como ha venido siendo, ambos fueron voto antisistema.

Cuando el sistema ya no proporciona satisfacciones mínimas a buena parte de la población, no puede extrañarnos que la reacción del electorado sea de rechazo, castigo o rebeldía al sistema mismo.

El voto antisistema no se busca y por lo mismo no se puede acaparar o desmotivar; depende del grado de hartazgo a que han llegado los ciudadanos en determinada situación, por ejemplo, en el caso mexicano la creciente corrupción e impunidad, los ejemplos diarios de ex gobernadores y altos funcionarios que han desviado recursos y se han enriquecido de forma exorbitante, la violencia desenfrenada, la ineficiencia de los organismos de seguridad pública, y otros problemas que sería muy extenso enumerar generan el ambiente perfecto para la existencia de un abrumador voto antisistémico. Si esto llega a ser así no hay poder capaz de detener el rumbo que los electores quieran dar en su votación.

La pregunta en este caso es ¿a cuál de los candidatos podría favorecer un voto antisistema? Entonces habría de preguntarse quién se identifica más con esa tendencia. La respuesta es muy fácil, sin embargo puede tener varias rutas dependiendo de cada análisis.

Si el representante de la Secretaría de Gobernación quiere hacer uso de sus atributos para pedir no incentivar el voto antisistema se equivoca, la existencia de esa tendencia es una realidad y solo falta que sea reflejada el primero de julio, la existencia del caldo de cultivo que preparó esa explosiva ensalada llevó muchos años, algunos dirán que 18, otros 24, o 70, en fin; los responsables también tienen nombres y están plenamente identificados, son personajes públicos algunos en retiro, otros no, pero todos son muy conocidos en centenares de publicaciones y anécdotas.

En una democracia el poder radica en el pueblo y es expresado mediante el voto, si se equivoca vuelve a tener la oportunidad de corregir, así ocurrió en el año dos mil con Vicente Fox que fue una oportunidad y solo quedó en una alternancia.

 Si Navarrete Prida pide que no incentiven el voto antisistémico, lo único que provoca es hacerle promoción.

Segundo dislate:

La respuesta a la puesta en escena de Ricardo Anaya con su cacería de agentes espías del CISEN en su interesante campaña política; el evento no reviste mayor importancia, ya que es de todos conocido que la Secretaría de Gobernación y en especial el CISEN son órganos que se entretienen en la cacería de conversaciones, encuentros, desencuentros, citas amorosas, en fin, todo lo que algún personaje relevante en la política pueda ofrecer, más aún si este es de actualidad, periodistas críticos, conductores de noticias incómodos, políticos incómodos, etcétera.  Todos son espiados de múltiples formas.

La documentación del espionaje se ha utilizado a beneficio personal, no es la seguridad nacional, ni el sentido de traición a la patria lo que los mueve, sino la revancha y la competencia. Ejemplos son muchos. En el caso de Ricardo Anaya se trata de un montaje del candidato al cual el Secretario de Gobernación  no asumió de forma correcta, cayó en contradicciones y en demostración de mal manejo de los instrumentos del Estado.

Ricardo Anaya obtuvo lo que se propuso, notoriedad, reflectores, considerarse candidato de oposición al sistema y capitalizar los errores del Gobierno Federal,   obviamente el mal flujo de información de su equipo de campaña está exento de errores, ellos no se equivocan.

En breve Ricardo Anaya volverá con la puesta en escena de otro affaire seguramente dosificando semanalmente sus aventuras, busca sentirse perseguido, expulsado del sistema, rechazado por su cuna y ganar ese sector de votos de los antisistema que nunca había sido considerado tan importante como hoy.

El voto antisistema hoy es más importante que en cualquier otro momento de la historia por dos razones: está apuntalado por la realidad de millones de personas, afectadas por las políticas neoliberales, y tiene un nuevo ingrediente de jóvenes que por primera vez emitirán su voto, éstos  son alrededor de 14 millones de entre 18 y 23 años.

Antisistémicos, millennials, “irracional enojo social”, ´son algunos de los factores nuevos que el actual gobierno no puede entender ni enfrentar y los candidatos -como Ricardo Anaya- cree que con montajes en escenarios controlados va a engañar.