El tema del armamento que ingresa al país, es la columna vertebral de la violencia, históricamente durante todos los movimientos armados en el país: la independencia; durante la reforma, en el movimiento juarista, la revolución, durante la guerra de castas en Yucatán igual, también armaron a nuestros mayitas, para mantener focos de violencia. Y la delincuencia organizada ahora en México no va a ser la excepción. Pero me pregunto ¿qué el gobierno no tiene los grupos de inteligencia que le informen al presidente de lo que sucede? ¿Quién está haciendo el mejor negocio de su vida armando a los mexicanos? Eso es prácticamente imposible. Fue así, un gran negocio para quienes venden armamento, así ha sido siempre. O ustedes creen que nadie hizo negocio, armando a todos los grupos revolucionarios, ahí está la historia, hubo quienes se han enriquecido con la sangre de los mexicanos y no hay ningún acusado.
Mientras nuestros militares están limitados en armamento, la delincuencia los rebasa. Alguna vez usted se ha preguntado qué sucede con las armas que decomisan, si el ejército no está autorizado a usarlas. Las funden o las desmantelan, para venderlas por kilo y luego ingresar el dinero al “Instituto para devolverle al pueblo lo robado” pues qué mal, francamente de risa.
Ese armamento deben utilizarlo las fuerzas armadas, además de tener la obligación de estar actualizado de los avances tecnológicos internacionales en materia de armamento, para que nuestras fuerzas armadas sean competitivas. Pero con el discurso de abrazos no balazos, pues la mejor arma de nuestras fuerzas armadas y de la guardia nacional son las mentadas de madre y así están en desventaja.
Mientras no se dé todo el respaldo a las fuerzas del orden, mientras se pretenda mantener un discurso pacifista, disfrazado de humanismo, la violencia en el país se seguirá incrementando. También es una gran mentira que haya quienes quieran que el Estado sea violento e injusto, como se ha dicho que era antes. La razón del Estado es garantizar las condiciones elementales, para el desarrollo armónico de las personas, entre ellas está la seguridad. Ser garante de la paz social, ser el único legítimo titular de la fuerza pública, que para eso está y debe cumplir con su responsabilidad y obligación, que se hace manifiesta cuando no hay tranquilidad entre la población. Fundado en el Estado de derecho y el principio de autoridad, a la que le tiene pánico el gobierno de ejercer. Porque también para hacerlo se necesita carácter y talento.
La regulación de la fuerza pública está establecida en la Constitución y es una herramienta del gobierno que debe ser usada con destreza, – como el manejo de una arma – con habilidad y talento, para eso sirve para la seguridad de su pueblo. Si un padre tiene una arma para defender a su familia, debe saber usarla en su defensa, no hacerlo también es su responsabilidad, y permitir que le agredan, es negligencia, que puede costarle a sus seres queridos, ese es el riesgo de dejar en manos de quienes no saben, la seguridad de una sociedad.