En el despacho de Liébano Saénz en Los Pinos había una pintura muy rara. Parecía una salamandra petrificada. Cuando la vi por primera vez Liébano observó mi extrañeza.
Y me dijo con muy buen sentido del humor:
“¿Está raro y feo verdad el cuadro verdad? Es el FOBAPROA.”
Días más tarde le enseñé a Liébano un reporte que me había entregado el despacho de abogados de San Francisco, Cal., cuyo principal accionista era mi amigo el fallecido Gerry Hernández.
El despacho había sido requerido por Del Monte para que asegurara cerca de 12 millones de dólares que dejó en calidad de anticipo el banquero Carlos Cabal Peniche para concretar la compra de Del Monte Fresh.
El dinero pertenecía a una organización creada por el ex banquero tabasqueño denominada GEAM, Grupo Empresarial Agrícola Mexicano.
Pero los inversionistas estaban perdidos porque Cabal Peniche no había requerido de la empresa Del Monte ningún documento que protegiera la mencionada cantidad que les entregó.
Esa irregular operación no gustó nada a los empresarios de la mencionada empresa y se protegieron para un eventual cargo por lavado de dinero una vez que ingresaron a sus cuentas el dinero y como Cabal Peniche jamás se volvió a parar en San Francisco, estaban justamente preocupados.
En cuestiones de lavado de dinero los empresarios de Estados Unidos son extremadamente precavidos.
Liébano me dijo que el asunto era delicado. Pero que él no tenía competencia y que lo tomaba solo como información. Y yo le aclaré que con esa finalidad se lo estaba compartiendo.
Entonces le comenté lo primero que se me vino a la mente. “Para eso rescataron los bancos. Para que los banqueros siguieran haciendo sus chingaderas. Eso de verdad está tan feo como tu cuadro del FOBAPROA”.
Concluí: No es posible que el país les haya pagado un rescate de un MILLÓN DE MILLONES de pesos a los banqueros que nunca han cumplido su cometido de financiar el desarrollo.
Por eso ahora la reforma financiera peñista está diseñada para obligar a los bancos a que apoyen a los productores y no solo especulen con el crédito al consumo. Una operación que regularmente aniquila la economía de las familias de la clase media para abajo.
En los días recientes se conoció la noticia de que en Estados Unidos están investigando a Citi Group y su filial en México, BANAMEX, por acciones que presumiblemente tipifican el delito de lavado de dinero.
Un juez del distrito de Massachusetts ordenó una revisión de las operaciones de la institución que pudieran ser objeto de omisiones en sus controles obligados sobre operaciones de lavado de dinero.
El quebranto manifestado por BANAMEX en relación al fraude que cometió en su perjuicio la polémica empresa naviera y de servicios marítimos petroleros Oceanografía S.A. prendió los focos rojos en la comisión de valores de aquel país, la SEC por sus siglas en inglés.
Y entonces reapareció el nombre de Javier Arrigunaga en otro quebranto de BANAMEX, como el que operó en favor de esa institución cuando era director del FOBAPROA firmando un pagaré por 60 mil millones de pesos para el rescate de la institución.
Entones el presidente de BANAMEX era Roberto Hernández, emparentado políticamente con Javier Arrinunaga. El vínculo es el fallecido potosino Íñigo Laviada Arrigunaga.
Ayer el procurador mexicano Jesús Murillo Karam afirmó que en el caso Oceanografía y la participación financiera de BANAMEX son investigados varios funcionarios de esa institución. La PGR está atendiendo presumibles conductas de la empresa naviera y el banco que la financió, ya que estas operaciones pudieran ser calificadas como lavado de dinero.
Y revisé mi archivo del FOBAPROA para ver los contactos políticos y empresariales de Javier Arrigunaga, que es ahora director de BANAMEX y para colmo presidente de la Asociación Mexicana de Banqueros.
¡Tómala!
El banquero Arrigunaga es primo carnal de la esposa de Felipe Calderón, Margarita Zavala Gómez del Campo.
También es familiar de personajes como la esposa del ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours, que tuvo en sus manos una millonada que bajo las siglas de UCABE, fue conocida como el Barzón de los ricos.
Por haber firmado los pagarés del FOBAPROA Arrigunaga Gómez del Campo fue objeto de una instrucción de juicio político en la cámara de diputados. Mismo que esquivó gracias a los diputados panistas y priístas el 5 de diciembre de 1998.
En esa sesión los diputados de izquierda informaron que tenían documentados ya 600 mil millones de pesos aplicados patrimonialista e irregularmente por Javier Arrigunaga como encargado del FOBAPROA.
En esa ocasión el líder izquierdista Andrés Manuel López Obrador calificó la acción del FOBAPROA como violatoria de las leyes existentes sobre el endeudamiento público.
Terminada su función en el IPAB, Javier Arrigunaga se fue como representante de México a la OCDE por la gracia de Felipe Calderón, su tío político.
Regresó a México, otra vez de la mano de Roberto Hernández, y fue impulsado por el ex director de BANAMEX para que ahora los nuevos dueños del banco, Citi Group, le encargaran la conducción de esa su ya muy conocida institución.
Y si antes fue la cámara de diputados la que pidió juicio político para Arrigunaga Gómez del Campo, ahora es la SEC, institución del gobierno norteamericano encargada de vigilar el comportamiento de las instituciones financieras, la que tiene nuevamente en la mira al suertudo financiero.
Los nombres de Dionisio Pérez Jácome, emparentado con el segundo socio capitalista de Oceanografía, Martín Díaz; Ernesto Cordero Arroyo, aspirante a la presidencia nacional del PAN bajo el impulso de Felipe Calderón, (que gracias a los cabildeos de Juan Camilo Mouriño y Leonardo Olavarrieta quitó de en medio a los hermanos Bribiesca para quedarse ellos con los tratos oscuros de Oceanográfica con PEMEX (y de los cuales Cordero Arroyo tuvo un amplio conocimiento), así como de políticos panistas como el queretano Francisco Domínguez, financiado en sus campañas por los hermanos Rodríguez Borgio acusados de vender gasolina ordeñada en sus establecimientos y por la que uno de ellos tiene librada una orden de aprehensión en su contra, irán apareciendo hasta que la PGR forme el rompecabezas final del estercolero de Oceanografía.
Pistas para llegar al lavado de dinero hay de sobra en este caso.
Sería lamentable que nuevamente el imperio de la impunidad deje a salvo a los más grandes saqueadores del país.
EN TIEMPO REAL.
1.- Desde que recibió el cobijo de Gustavo Madero haciéndolo parte del fenecido Pacto por México, el ex secretario de gobernación de Vicente Fox, Santiago Creel Miranda se había comportado discreto. Pegadito a la pared para no notarse como dicen los clásicos del sistema. Pero ahora que se ven implicados varios de los funcionarios de Oceanografía en el negocio de los casinos irregulares, Santiago Creel vuelve a ser objeto de investigaciones. Seguramente pensó que su cercanía a Gustavo Madero lo protegería de su pasado. Pero ahora se ha convertido en el asesor incómodo del aspirante a reelegirse como líder nacional del PAN.
2.- Contundentes las estadísticas de Consulta Mitofsky de Roy Campos en el sentido de que México, según datos de la CEPAL, fue superado como país atractivo para los inversionistas mundiales por Brasil, Colombia y Perú. La economía sigue en fase crítica. Ya estamos en el tercer mes del año, y no avanza.