Los hechos de violencia que han sucedido en las últimas fechas en el país han ocasionado una gran discusión entre los medios de comunicación y los expertos de seguridad. Por un lado, se discute la posibilidad de modificar la estrategia y la resistencia del gobierno para hacerlo, y por otro, en qué medida el plan que se ha implementado puede ser efectivo para reducir los niveles de inseguridad en el país. Hasta el momento los datos revelan que la reducción no se ha dado y sólo se ha planteado que actualmente estamos en un punto de inflexión.

El presidente comentó en días recientes sobre el tema en una conferencia mañanera y dijo que se ha logrado mucho en poco tiempo, que el proyecto de la 4T ya cuenta con las bases, pero aún hace falta terminar la obra, por lo que le va a llevar un año más en terminarla. A casi un año de haber iniciado su gobierno y sumado al que pide el presidente para solucionar el problema, ¿realmente es posible reducir la inseguridad en un par de años como lo afirmó el presidente? Sin duda es un reto mayúsculo, por los elevados niveles de inseguridad en que recibió el país. Por eso, se debe analizar lo que se ha hecho y los retos que su administración enfrenta.

El marco legal es donde hay más avances. Se aprobó una reforma para aumentar el catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva, para que la corrupción, el huachicoleo y el uso de programas sociales con fines electorales sean delitos graves, lo que busca desincentivar los delitos a través de penas más severas. Otro avance legislativo fue la creación de la Guardia Nacional (GN), misma que se llevó a cabo mediante un consenso entre las distintas fuerzas políticas. Hará falta ver los resultados de que se incrementen las penas y si logran desincentivar la corrupción. En el caso de la Guardia Nacional, aún falta cumplir con las metas del reclutamiento y con la capacitación necesaria para los nuevos elementos, lo que sin duda representa un reto.

Por otra parte, el presidente ha comentado que su estrategia se basa en el combate a las causas que causan la delincuencia. Para eso funcionan los programas sociales, especialmente aquellos que se han destinado a los jóvenes, como el programa construyendo el futuro y las becas escolares para continuar con los estudios. Los programas apenas llevan un año de su inicio, por lo que en este segundo año hace falta afinarlos y dejar que se consoliden ampliando el padrón para que su cobertura sea total. Sin embargo, este tipo de políticas son de largo plazo, por lo que es difícil que muestren resultados inmediatos.

Con la modificación legislativa y la participación de la Guardia, se espera que los indicadores de delincuencia vayan a la baja. Es aquí donde hay más problemas, ya que la evidencia actual revela que varios delitos se han incrementado, como los homicidios, los robos a transeúnte y las extorsiones. Esto es cierto, que la velocidad de crecimiento de los delitos ha disminuido, pero eso no necesariamente ha hecho que los delitos disminuyan o que la percepción de inseguridad se haya modificado.

Siempre se espera que las cosas mejoren, especialmente en el tema de la seguridad, porque afecta a todos por igual y porque la situación en la que no encontramos es bastante delicada, pero será muy complicado que sólo en un año se logre reducir de manera importante la incidencia delictiva. En una siguiente entrega analizaremos lo que se necesita para que haya una reducción importante en la cantidad de delitos que se comenten y llegar a una media razonable.

* Arturo Ávila Anaya, presidente IBN/B Analitycs y experto en Seguridad Nacional por Harvard (NIS).

@ArturoAvila_mx