Una de la contribuciones, si nos que es la única, de los pensadores norteamericanos a la filosofía, es el Pragmatismo.
La Escuela del Pragmatismo, creada principalmente por John Dewey y William James, se sustenta en que lo único verdadero es lo que es rentable. Para los fundadores de esta escuela, todo lo apreciable es lo que funciona. Para que nos entendamos mejor, esta filosofía prioriza su pensamiento en la utilidad.
Si algo funciona y es útil, tiene valor, de otra manera, cae dentro de la inutilidad y es desechable.
La historia de los hombres se registra por sus hechos, en lo que hace y/o deja de hacer en su devenir cotidiano.
Pero es necesario reconocer que hoy en día, los seres humanos que más están en el escrutinio social, son quienes se dedican al servicio público, o lo que es lo mismo, a servir a la ciudadanía.
Hacer “bien” las cosas, te atrae el saludo de la gente en la calle, los buenos comentarios y sobre todo, los buenos recuerdos del colectivo a quien serviste. Para quienes entran a trabajar en la administración pública con el propósito de ser un buen servidor público tiene como recompensan el reconocimiento social. Esto es halagador.
Por el contrario, hacer las cosas “mal”, es abusar del cargo, ser déspota e insensible y sobre todo, ser omiso a la necesidad de la gente. Es anteponer la razón de Estado a la demanda ciudadana, por justa que sea.
Este tema es discutible, porque todos los estudiosos clásicos del pensamiento político, determinan que antes de cualquier cosa, debe prevalecer el dominio de la razón de Estado.
El Lic. Manuel Bartlett Díaz, es un hombre que se hizo en el entramado del poder público y por tal motivo, en el ejercicio de su encargo, prevaleció en él, el pragmatismo puro a la hora de tomar decisiones.
Don Manuel gozó el poder cuando fue Secretario de Gobernación en época de Miguel de la Madrid. Su mirada de águila fija en el oponente y sus desplantes como detentor de la autoridad, provocó el temor en los adversarios y desconfianza en sus compañeros de gabinete.
Fue Secretario de Educación con Carlos Salinas de Gortari y después gobernador del estado de Puebla. La gran mayoría de los analistas políticos y ciudadanos de a pie, sostienen que fue en pago por haber participado en el supuesto fraude electoral que el gobierno de De la Madrid instrumentó contra el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas para permitir que Salinas de Gortari asumiera la presidencia de la república en 1988.
Eso ya está registrado en la memoria colectiva.
Bartlett además ha sido señalado de encubrir dolosamente el asesinato del periodista Manuel Buendía. El caso que se aclaró pero las dudas permanecieron.
Muchos pensamos que el arribo del Lic. Bartlett como Director General de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es una concesión al Partido del Trabajo (PT) o lo que es lo mismo, al señor Alberto Anaya, dueño absoluto de esta franquicia de corte familiar.
Ahora hace lo que está a su alcance por tratar de borrar la mala percepción que flota en el ambiente en su contra.
Bien dicen: “Cría fama y échate a dormir”
El recién designado en la CFE, haga lo que haga o diga lo que diga, cargará con las sombras de ese pasado oscuro y sinuoso, donde aplicó el criterio de la razón de Estado en todas sus dimensiones.
Sin la mínima piedad, bondad y compasión. Tal y como lo marcaban y los cánones de esa época.
Pero bien se dice: “Que todo lo has de pagar en vida”.
Esa misma razón, la aplicaron Hitler y Mussolini cuando dominaron sus países. Todos sabemos los ácidos resultados.
Hoy se hacen apuestas sobre la permanencia o salida del Lic. Bartlett del cargo que le otorgaron. Decisión difícil que está en manos del presidente electo.
Me da curiosidad saber en qué va a terminar este interesante capitulo.
Ya veremos…