El presidente López Obrador se reunió con los gobernadores fronterizos del norte del país, para comunicarles y acordar que en su próximo gobierno, se pondrá en funcionamiento una zona libre fronteriza, con beneficios fiscales muy atractivos: se cobrará el IVA a la mitad, es decir, al 8.0 %; se reducirá el ISR al 20 %; y se duplicará el salario mínimo.
Todo esto, con la finalidad de aumentar la inversión y el desarrollo en 44 municipios que en su equipo de trabajo consideran estratégicos, principalmente. Es un tema que prometió en campaña y que al parecer sí se volverá realidad.
El discurso de reducir los impuestos siempre suena bien, pero, como en toda política pública, para que funcione con éxito primero hay que cuadrar bien los números.
Aristóteles Núñez, quien es ex jefe del SAT y una voz técnica y muy autorizada en estos temas, hizo público que debido a estos beneficios, el gobierno dejaría de recaudar “Muchísimo, calculo, al menos, unos 40 mil mdp el primer año en IVA, en ISR al menos unos 80 mil mdp. En total rondarán 120 mil mdp el primer año. Tres veces el presupuesto anual de la UNAM”.
Algo importante es que se trata del primer cálculo que conocemos sobre este proyecto, pues el equipo económico del presidente electo no ha salido a explicar, ni cuánto esperan dejar de recaudar, ni cuál es el beneficio que esperan obtener por el aumento de productividad que se propicie en esas zonas libres, si es que se genera. Vaya, no nos han compartido las cuentas, no nos han informado si el proyecto es rentable o no.
Si damos por buenos los números de don Aristóteles, parecería muy complicado que el resultado fuera positivo para el país, pues implicaría que el aumento de productividad de las empresas que operen en esas zonas libres, tendría que generar una riqueza lo suficientemente amplia, para que el gobierno recupere esos 120 mil mdp que dejará de ganar por reducir las tasas.
En caso de que los números no resultaran positivos, no significa que el gobierno deba de cancelar ese proyecto, pues quizá estén valorando otros impactos sociales que sí lo vuelvan viable; sin embargo, de ser el caso, sí están obligados a informarnos cómo van a financiar esa pérdida de recaudación. El próximo gobierno tiene que ser muy responsable a la hora de cuadrar estas inversiones, pues 120 mil mdp no son poca cosa, para nada se recuperan con programas de austeridad ni eficiencias operativas, estamos hablando de palabras mayores.
Sirva un ejemplo del terruño de su escribidor: los 120 mil mdp, redondeando números, equivalen a dos años del presupuesto del estado de Chihuahua; ¿será qué, con los beneficios del programa, Ciudad Juárez, que es la principal frontera del estado, obtenga lo suficiente para compensar tal proporción? El sentido común indica que es imposible. Por eso le escribo que el nuevo gobierno debe decirnos cómo va a financiar el proyecto, hace falta que nos enseñe qué cuentas está haciendo.
Adicionalmente, su escribidor supone que iremos conociendo los detalles y candados operativos de la implementación, por ejemplo, ¿cómo le van a hacer para evitar que usted y yo, y cualquier ciudadano y empresa en general, cambiemos nuestro domicilio fiscal a esas nuevas zonas, para aprovechar las tasas más baratas? Porque hoy en día bastaría con rentar una propiedad en esa zona, o con utilizar el comprobante de domicilio de algún familiar o amistad, y listo, podríamos gozar del paraíso fiscal.
Su escribidor le insiste, si el proyecto es financiera y/o socialmente rentable, hay que apoyarlo; pero si no lo es, debemos pedir al presidente electo que se enfoque en los que sí lo son, como la reforma al sistema de pensiones que al parecer planea impulsar durante su segundo trienio, entre varios otros seguramente.
La experiencia internacional, dice que las zonas libres son exitosas y aportan beneficios a las economías, pero no de este tamaño de inversión, por lo que antes de implementarse, deben de cuidarse muy bien las sumas y las restas.
Lo sabremos pronto.
Amable lector, recuerde que aquí le proporcionamos una alternativa de análisis, pero extraer el valor agregado, le corresponde a usted.
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