Desde que entré a la preparatoria, los maestros se esmeraron en explicarnos que la constitución mexicana establece que voluntariamente, el pueblo decidió constituirse en una república representativa, democrática, laica y federal. 

Luego nos explicaron que por ser representativa, tendríamos Diputados Federales, que representarían al pueblo en una Cámara de Diputados y también Senadores que representarían a las entidades federativas, ambas con sede el extinto Distrito Federal.  

Aclaro que a mí no me tocó que nos explicaran que las dos Cámaras habrían de crecer en integrantes y que no fue por voluntad del pueblo, sino que nuestros representantes  decidieron que los que existían no eran suficientes y que deberíamos llegar hasta ¡500 Diputados Federales y 128 Senadores! 

Menos nos dijeron que el alto costo de mantenerlos sería pagado por el pueblo, aunque no los quiera el pueblo. 

También nos explicaron que debía ser democrática, es decir, nos dijo el maestro, que el sufragio es efectivo, respetado y que los partidos políticos tendrían el monopolio de la representatividad y que solo ellos podrían nombrar a los candidatos. 

Nunca nos dijeron que los directivos de los partidos podrían nombrar a sus parientes, amigos, compadres, amantes, novias y recomendados como candidatos. Tampoco que habría candidatos sin partido o sea, independientes. Menos nos dijeron que en el futuro nos iban a torpedear con millones de spots, donde los candidatos se especializan en cubrir la verdad para que se noten menos las mentiras. 

Con orgullo Juarista, no explicaron que el Estado Mexicano era laico. Que las religiones estarían al margen de la política y que las relaciones con la iglesia sería de respeto, que cada quien podría creer lo que quisiera y pertenecer a la organización religiosa de su gusto, ah y que de tal manera, nunca veríamos a un Presidente de la República someterse al Estado Vaticano.  

Fox fue la excepción porque se atrevió a besarle el anillo al Papa, Juan Pablo II, cuando vino a México, violando la constitución. Nadie le dijo algo al respecto, mucho menos los de su partido.

Y así nos fuimos… 

Finalmente se explayaron al decirnos que nuestra nación era federal. Que estaba constituida por 29 estados libres y soberanos, 2 territorios y un Distrito Federal. Nos compartieron que dichas entidades estaban unidas por un pacto donde reconocían al gobierno federal como la autoridad máxima para que condujera la nación. 

Nunca nos explicaron que de pronto los 2 territorios se convertirían en estados y que algún día, desaparecería el Distrito Federal para constituir en Ciudad de México, para que el señor Mancera trascendiera y que pudiera presumir que él había fundado un nuevo estado. Hoy, poca gente sabe o entiende dónde quedó la capital del país, siendo que la nueva CDMX, es una entidad como las otras 31. 

En fin...ya el señor Mancera anda en campaña y para colmo, va ser Senador, sin que le importe un comino que la gente que nació siendo "defeña", ahora no sabe ni su gentilicio. 

Vaya con el PRD y su Mancera, ahora aliado al PAN. 

Tampoco pudieron adivinar que el gobernador de Chihuahua, Javier Duarte, podría tergiversar la ley a su antojo y que haría lo que su santa voluntad le apeteciera hacer en su territorio y hasta poner en peligro el pacto federal y que podría actuar como neocacique y sin que nadie lo toque, porque sus amigos del PAN lo protegen y asesoran. 

Lo que resta, es pedirle a los candidatos que por favor, en lugar de andar prometiendo que van a repartir dinero que no es suyo, diciendo que van a hacer obras suntuarias, gritando que van a construir parque eólicos para que no paguemos el servicio de energía eléctrica o prometiendo que nos van a dar a todos teléfonos celulares y tablets, mejor que se comprometan a cumplir y/o arreglar el desorden que el país tiene en los 4 enunciados que el artículo 40 de nuestra constitución nos indica. 

Ese sería un buen comienzo.