Un amor de adolescencia, como cuando por un lado, tienen una atracción culposa hacia su pareja, le coquetean, sienten la necesidad de estar juntos ya que sin ellos, no pueden vivir. Pero al mismo tiempo, les da pena salir en público con esa pareja, creen que sus amigos y familiares los van a criticar o se van a burlar de ellos. También dentro de sí mismos saben que ese amor no durará, que solo es cosa de momento. Pero aún así, siguen haciendo los malabares y peripecias necesarias para alargar el noviazgo y sacarle todo el provecho, hasta que el pasional rompimiento se termine dando.
Así, como un amor tormentoso y de adolescentes, es como pudiéramos describir la alianza entre Morena y el Partido Verde. En la que ambos se necesitan mutuamente de cara al próximo proceso electoral.
La base operativa de los “ecologistas”, es importante ante la inexperiencia del aparato neo morenista; sin embargo, no quieren que todos los vean juntos. Hay candidatos del verde, que son una caracterización viva de todo lo que el presidente López Obrador ha criticado, políticos emanados de otros partidos, con denuncias públicas y una imagen sumamente cuestionada.
Lo que provoca que la dirigencia guinda no pueda convencer ni a sus militantes de apoyar a los eventuales candidatos verdes; pero también, esos candidatos le quitan legitimidad y credibilidad al discurso “anticorrupción” y de “mafia de poder” que encumbraron a los obradoristas en el poder.
¿Una alianza política tóxica?
Por otro lado, los verdes tienen que aceptar (tragándose lo que les quede de dignidad), el trato despectivo que reciben de parte de quienes a pesar de su inexperiencia e incompetencia, son hoy, sus jefes políticos. Tienen que sonreír ante las migajas que les tiren, y aceptar cuando a los de Morena, no se les antoja acompañarlos en algún lugar en específico. Todo esto, mientras tras bastidores, le siguen coqueteando a sus antiguos novi*s.
Así es como se encuentra una alianza que nada más no cuaja, cada día que pasa, hay un caso de un distrito que se cae, de un municipio en donde rompen, de un político al que adhieren y al que sus militancias desprecian.
Bajo estas circunstancias es como van a operar la elección. Una relación que se complica cada día más, que esta generando más dolores de cabeza que momentos de pasión, y que tendrá su climax el próximo 6 de junio.
Después de esto veremos, si unos regresan a llorarle a sus antiguas parejas; mientras que los otros, comienzan a negarlos y a ver esto, como el error amoroso de sus vidas.
Vaya tormentosa relación de pubertos.