Sin resultados del peritaje, pero si de las encuestas.
Pues así nada mas, sin resultados del peritaje, pero si de las encuestas que reflejan una caída en la aprobación de la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum en casi 7 puntos porcentuales, y de su partido Morena de cara a las próximas elecciones del 6 de junio; el aparato de gobierno parece haber hallado a su presunto culpable del lamentable accidente de la línea 12 del metro en donde perdieron la vida 26 personas.
La encargada de disparar la bala para ejecutar a Miguel Ángel Mancera, ex jefe de gobierno, fue la diputada federal morenista, María de los Ángeles Huerta, quien no tiene ni la más remota idea de cuestiones de ingeniería civil, ni de transporte, vaya no sabe absolutamente nada de las probables causas del accidente, pero su currículo presume su especialización en comunicación política y periodismo.
Y es que el único resultado que hasta ahora le consta a Morena, es que su partido ha salido severamente afectado por el accidente y necesitan urgentemente revertir esta tendencia descendente, de cara a una elección que de por si, ya pintaba muy pero muy cerrada.
Sin importarles cuales hayan sido las verdaderas causas para corregir futuros problemas que prevengan más perdidas humanas, ni mucho menos para traer algo de justicia a las 26 familias afectadas por este accidente, la legisladora Ángeles Huerta, hace uso de su escaño para articular una estrategia política que tiene como objetivo repartir la culpa y lucrar con una tragedia.
La ex empleada de Televisa ha preparado su guión para comenzar un nuevo show cuatrotero, en el que a ella le ha tocado la distinción de producir y dirigir, en la víspera de la renovación de un congreso en el cuál, esta de por medio su continuidad y su futuro político.
Por más que quieran justificar su decisión, no hay forma de esconder la gran responsabilidad que tienen los cercanos y prominentes miembros de su partido en este suceso.
Para empezar, la Línea 12 fue licitada por Mario Delgado e inaugurada por Marcelo Ebrard el 30 de octubre de 2012, para poder salir en la foto con su vagón nuevecito antes de terminar su mandato como jefe de gobierno. Unos meses después, el 12 de marzo del 2014, el gobierno de Mancera tuvo que cerrar la línea por casi 20 meses. ¿Qué obra bien hecha tiene que ser cerrada por tanto tiempo a menos de 2 años de haber sido inaugurada?
Posteriormente, llegó al gobierno Sheinbaum junto a la impresentable Florencia Serranía, quienes en 2 años y medio, no pudieron detectar ni prever que la Línea 12, con antecedentes de problemas serios, pudiera llegar a presentar riesgos para los usuarios. Es decir, en 30 meses de gobierno, para la diputada Ángeles Huerta, el gobierno capitalino no tiene responsabilidad alguna en la supervisión y mantenimiento de las líneas del metro, solo para limpiarlo a trapazos y darle de vez en cuando una barrida.
Por ello es que la narrativa que quieren imponer en esta tragedia, es inverosímil, ridícula y sumamente inhumana; y los exhibe como unos vividores incapaces de asumir la responsabilidad que conlleva el poder del que hoy gozan.
Aunque es cierto, Mancera es culpable. Mancera es culpable de no haber acusado públicamente a Marcelo Ebrard, Mario Delgado y sus ex compañeros de gabinete por el que ha sido quizá, el robo más grande que se ha hecho en la capital del país. Mancera es culpable por haber sido pasivo a la hora de deslindar responsabilidades, e iniciar acciones legales contra su exjefe cuando podía hacerlo. Mancera es culpable por creer que llevando la fiesta en paz, podría transitar el pantano sin mancharse. Ahora nada más falta que exhumen a Díaz Ordaz, para culparlo por el incendio al PCCI del metro que fue inaugurado cuando él era presidente.
Al parecer, lo único que ha aprendido este gobierno de la pandemia, es a lavarse las manos para todo, y por eso, es que la culpa es de Mancera.