En Balum Canam Rosario Castellanos narra la vida de un finquero al que le invadieron su rancho en tiempos de Lázaro Cárdenas, menciona detalles de la vida de los trabajadores como el que prestaban su mujer al patrón. Al mismo tiempo Traven, el escritor alemán, escribe Tierra de la Primavera que describe el ecosistema de Chiapas y dice: En San Cristóbal la gente muere porque quiere, aquí existe el aire más puro del mundo.

 Hoy los tiempos de Rosario regresan: invasiones, autodefensas protegiendo sus ranchos, bloqueos de carreteras de indígenas pidiendo más progreso, más leche, más fertilizantes, bloqueos de maestros que quieren estudiar la normal, luego quieren plaza, luego aumento de sueldo.

  Lo que no regresa es la selva exuberante lloviendo día y noche por muchos días, donde las mulas quedaban enterradas en el lodo y eran perseguidos por jaguares, bajo una exuberante vegetación que apenas permitía el paso de la luz,  narrados por B. Traven.

 Lo que tenemos es agua verde estancada en  ríos secos rodeados de pastos secos en lo que antes eran selvas anunciando una era de sequía y más pobreza.

 El agua como el petróleo es un asunto de seguridad nacional y todo parece indicar que tratan de ocultar este grave peligro que sólo puede empeorar. 

Chiapas comparte este y otros problemas con el resto de México aunque parece que la sociedad y el gobierno comienzan a cambiar para bien.

Comparto esta columna porque  a veces nos aburrimos de no compartir nada y SDP nos da la oportunidad de participar en la aportación de ideas.