El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es el responsable de producir el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), que corresponde a un espectro amplio de enfermedades. En el mundo, aproximadamente 30 millones de personas viven infectados con VIH. El principal sistema que el virus afecta, es el sistema inmune del cuerpo, lo que favorece el riesgo de adquirir diversos tipos de infecciones, algunas de ellas denominadas oportunistas, ya que en sujetos sanos su infección es poco probable. Al debilitarse la defensa inmunológica del cuerpo también puede verse favorecido el desarrollo de cáncer. Es muy importante recordar que la principal forma de contagio del VIH es debido al intercambio de fluidos a través de prácticas sexuales desprotegidas, transfusiones sanguíneas, o hasta transmisión durante el embarazo, parto o la lactancia. Recordemos que la saliva y las lágrimas, no transmiten el VIH.
Uno de los problemas más graves de la infección por el virus del VIH es que al poco tiempo del contagio, el virus puede penetrar en el cerebro, lo que implica que desde etapas tempranas de la enfermedad puede empezar a ocasionar daños cerebrales. Los especialistas llaman a estos daños "alteraciones neurocognitivas asociadas al VIH". Esta compleja denominación, hace referencia a que el virus provoca un daño serio del sistema nervioso y de una de sus funciones más importantes que es en la esfera del pensamiento. Los daños neurológicos pueden ir desde problemas en los movimientos, como la coordinación motora, o la habilidad para desarrollar movimientos finos, hasta daños a nivel neural y de la comunicación entre neuronas (sinapsis). El sistema nervioso, y en particular el cerebro, cuenta con mecanismos que le ayudan a responder ante distintos tipos de daños y permite promover su recuperación. A estos mecanismos se les denomina "plasticidad cerebral", y son los mismos que ante estímulos ambientales positivos, estimula a nuestro cerebro para aprender o memorizar.
La infección cerebral por el virus del VIH, provoca deterioro en la comunicación neural al generar daño en las sinapsis. Los científicos han podido establecer que estas lesiones podrían ocurrir debido al deterioro de unas pequeñas estructuras celulares denominadas mitocondrias, que son las responsables de aportar la energía a las células.
En resumen, la infección neural del virus causa alteraciones en la memoria, en la capacidad de aprendizaje, planeación a futuro, motivación y la toma de decisiones. En el área de la interacción social también se reflejan sus efectos, al mostrar pobre control sobre conductas impulsivas como la agresividad y podría limitarlos en tareas tan simples como conducir un automóvil. Es claro que en los niños estas alteraciones son aún más graves, ya que afectará su rendimiento escolar e integración social, limitando severamente su aprendizaje y desarrollo futuro.
Por último, otra consecuencia grave de la infección con VIH, es el desarrollo de depresión que puede afectar hasta al 36% de los pacientes. Debido a que los medicamentos empleados contra el VIH no logran penetrar correctamente al cerebro, el daño que el virus ocasiona en las neuronas puede ir avanzando a pesar de que la enfermedad se encuentre bajo control. Los pacientes pueden estar sometidos a mucho estrés, por el simple hecho de conocer su diagnostico y vivir las consecuencias del estigma social de la enfermedad. El estrés y las consecuencias de la enfermedad, provocan que muchos pacientes caigan en apatía severa, problemas en el sueño y pesadillas severas. La ansiedad también está presente con mucha frecuencia.
Ante este escenario está claro que la mejor forma de combatir a la enfermedad es con la prevención y reducir las conductas de riesgo. Otro factor de gran importancia es evitar el consumo y abuso de drogas, alcohol. Ante todo la mejor vacuna es la información, conocer qué es el VIH, el sida, y sus consecuencias, es la mejor forma de prevenir la enfermedad y sus complicaciones. En tareas de educación y prevención, todos somos responsables, no demos la espalda a una realidad que nos involucra a todos.