En 2018 acudiremos a las urnas para votar y renovar a nuestros representantes Federales, Estatales y Municipales. Será una jornada decisiva para la edificación de la ruta del país al que todos aspiramos, no sólo para los próximos seis años; sino para las próximas décadas.

En los últimos años los ciudadanos tomaron un liderazgo que respaldaron con ideas y encararon los graves y dolorosos problemas que enfrenta el país.  Se ejerció un diálogo y debate público donde se encontraron iniciativas pragmáticas y viables en voz de la ciudadanía.

Con esta premisa es obligatorio incorporar en el Frente Ciudadano por México a mexicanas y mexicanos en diferentes espacios de decisión y de trabajo. Los partidos que forman este movimiento han dicho que uno de los objetivos es ponerse al servicio de la ciudanía para que juntos se configure el nuevo gobierno para México.

En este sentido, el Frente a la brevedad posible debe dar pasos concretos para sumar a sus filas ciudadanos que participen en el Programa de Gobierno, la Estrategia Electoral, Vocería y Candidaturas a distintos cargos de elección popular.

El Frente Ciudadano no sólo debe ser en el nombre, debe justificar la promesa de sumar y tender puentes a la ciudadanía. La apertura de ciudadanos en este acuerdo social será clave para refrescar la vida de los partidos y enriquecerá la pluralidad de lo oferta política.