Por primera vez desde que tengo uso de razón veo a los hombres hablando de igualdad. Desde tiempos inmemoriales la igualdad y la lucha por lograr el acceso a oportunidades de desarrollo en cualquier ámbito ha sido causa, misión y convicción de las mujeres. Parecía que a los hombres no les afectaba y no les interesaba el tema. En lo particular siempre he pensado que no necesitamos ser personas de color para estar en contra de la esclavitud, o ser una persona perteneciente a un pueblo o comunidad indígena para estar de acuerdo en el reconocimiento de sus derechos como pueblos originarios. Tampoco he necesitado ser una persona con discapacidad para entender que la peor incapacidad es la indiferencia e intolerancia a las diferencias de cada ser humano. Tampoco ha sido necesario que sea una persona homosexual o gay para estar de acuerdo en la lucha por la igualdad en el ejercicio de sus derechos. Sin embargo, una gran cantidad de hombres incluso han hecho chistes y satirizado la lucha de las mujeres por la igualdad, la no discriminación y la hoy tan comentada y poco entendida “paridad y equidad de género”. Esto que pocos entienden pero de lo cual todos hablan, dejando ver con claridad el macho que muchos llevan dentro. De pronto el INE logró que varios machos salieran del clóset. Analicemos.
El pasado ocho de febrero, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) emitió el Acuerdo INE/CG63/2016, por el que, en ejercicio de la facultad de atracción, determinó los Criterios Generales a efecto de garantizar el cumplimiento al principio de “paridad de género” en la postulación de candidaturas para todos los cargos de elección popular a nivel local. Para empezar es un documento que consta de 32 hojas, algunas de ellas escritas con letras muy pequeñas, por lo que permítanme dudar en primer lugar el creer que todo aquel que ha opinado ha leído y analizado previamente todo el Acuerdo emitido por el INE.
Se trata de un documento muy especializado, con el cual se pretende dar cumplimiento a una serie de normas internacionales y nacionales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres (CEDAW), la Convención Americana sobre Derechos Humanos “Pacto de San José de Costa Rica”, la Convención Interamericana sobre concesión de los Derechos Políticos a la Mujer, entre otros.
Los Criterios del INE de los que hoy reniegan gran cantidad de señores que se sienten agraviados y excluidos al ver obstáculos en la materialización de sus candidaturas, también responden a criterios tomados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver la acción de inconstitucionalidad 39/2014, además de los criterios de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación al emitir las Jurisprudencias 16/2012, 3/2015, 6/2015, 7/2015 y 11/2015, así como el precedente SUP-RAP-134/2015.
Pero bueno, para entendernos en buen cristiano, ¿de qué se tratan estos Lineamientos que traen acalambrados a más de tres “caballeros”? Estos Lineamientos no son otra cosa que una “Acción afirmativa” ¿y qué significa esto? De acuerdo con la legislación y la jurisprudencia nacional e internacional aplicable y obligatoria en México, las “Acciones afirmativas” son “medidas especiales de carácter temporal que se adoptan para generar igualdad y no se considerarán discriminatorias siempre que sean razonables, proporcionales y objetivas, y una vez alcanzado el fin para el cual fueron implementadas cesarán. Es por ello que las medidas temporales a favor de las mujeres, encaminadas a promover la igualdad con los hombres, no son discriminatorias, ya que al establecer un trato diferenciado entre géneros con el objeto de revertir la desigualdad existente, compensan los derechos del grupo de población en desventaja, al limitar los del aventajado”.
Estos criterios o Lineamientos que hoy por hoy deberán cumplir los partidos políticos y coaliciones para garantizar el principio de paridad vertical y horizontal y con ello contribuir en el logro de condiciones de igualdad para el acceso al poder en una representación 50/50 son una realidad, son una “acción afirmativa”, y son necesarios por mandato porque por la buena siempre e invariablemente el acceso al poder ha sido regateado y simulado para las mujeres.
Lejos de lo que muchos piensan, con la aplicación de estos Lineamientos las mujeres no les estamos quitando nada, sólo reclamamos el acceso al poder y a oportunidades de participación y desarrollo en exactamente la mitad de todo, y con un total afán colaborador les dejamos el otro cincuenta por ciento, no queremos más, simplemente lo que históricamente no ha correspondido y se nos ha negado. Tampoco queremos –como se dice- que nos den la oportunidad, no se trata de eso, se trata de ejercicio de los derechos que nos corresponden. No es concesión, no es dádiva a las mujeres para que demostremos que si tenemos capacidad, se trata del reconocimiento histórico de nuestros derechos.
Ahora algunos dicen que los Lineamientos son excesivos o que el INE se ha excedido, curioso es que no los he escuchado decir eso cuando las mujeres hemos cuestionado por qué no hay mujeres presidentas de COPARMEX, o gobernadoras, o presidentas municipales ni rectoras de Universidades, ni obispas ni cardenales. El que siempre hayan sido hombres no les ha parecido excesivo, qué paradójico. Tampoco han calificado de excesivo que a las mujeres se nos haya reconocido nuestro derecho a votar hasta 1953, imagínense el escándalo que los hombres hubieran armado si alguna vez en la historia se les hubiera negado el derecho al voto, o si alguna vez por igual trabajo les hubieran pagado menos salario que a las mujeres, pero no, eso ha sido normalizado y hasta hoy sienten la desigualdad y lo excesivo de los Lineamientos del INE.
Hay quienes dentro y fuera de los partidos políticos y de las cúpulas del poder dicen que la paridad que permitirá en mayor medida el acceso de las mujeres al poder es un riesgo, ya que “algunas mujeres” no están preparadas para ser candidatas o gobernantes, sin embargo pregunto: ¿Todos los hombres que han sido gobernadores y presidentes municipales han estado pulcramente preparados? ¿Han tenido un excelente desempeño? ¿Se ha cuestionado acaso que por ser hombres no están preparados aun para gobernar? Estoy segura que la respuesta categórica es “no”. Y es aquí cuando surge una duda lógica: ¿Por qué entonces cuando se trata de mujeres el tema de “si están preparadas” se convierte en un punto de definición en las decisiones?
Que nada nos asuste, que nada nos espante, las mujeres han llegado a la política para quedarse, para dar pasos firmes y decisiones sostenibles. Las mujeres hoy están siendo llamadas a tomar en la política mexicana una posición responsable y comprometida, esa que hace falta y le urge a este país. Y mientras esperamos para encontrarnos en la lectura de la semana entrante, les invito a la reflexión con la frase del Ex Secretario General de las Naciones Unidas, Boutros Boutros-Ghali: “La humanidad posee dos alas: una es la mujer la otra es el hombre. Hasta que las dos alas no estén igualmente desarrolladas la humanidad no podrá volar. Necesitamos una nueva humanidad, necesitamos volar”. Así que machos de clóset, que la paridad les sea leve porque la igualdad ha tardado, pero está llegando.
Twitter: @mujeporlapaz