Para ya casi terminar este trágico y desesperanzado 2016 se va otra luminaria del rock: Leonard Cohen ha muerto.

Cohen era para eruditos del rock y de la música popular contemporánea, de tremenda cultura y destreza lírica, también ganó un premio literario, no de la envergadura del Nobel, pero el premio Príncipe de Asturias no es para despreciar como logro de este judío canadiense.

Leonard no solo era músico, sí era poeta, pero poeta, ganó muchos premios, también le entró grueso al género de la ficción y obvio de la novela, por estas características su música siempre fue mística, apocalíptica, altamente sexual y con una acentuada tendencia a interacciones personales.

Sigo en shock por los sucesos del martes en el gabacho y otras cosas. Estoy seguro y convencido que Leonard Cohen si vio el porvenir en su canción The Future, es claro, innegable, Nostradamus le quedó chico, cual baba de perico.

En dicha composición Cohen nos cuenta la historia de un judío enano y malévolo con poderes sobrenaturales (que supuestamente escribió la Biblia), quien ha vivido eternamente, ha visto caer y reconstruir naciones, escuchado todas las historias, pero al que se le ha develado el futuro y se le ha ordenado divulgarlo incluyendo la noticia del fin del mundo y el exhorto al arrepentimiento. Un futuro que consta de las siguientes características:

-  La reconstrucción del muro de Berlín;

-  El regreso de Stalin y también de San Pablo;

-  Una época carente de cultura, donde lo desalmado impera sobre todas las cosas;

-  Con obstáculos en todas direcciones;

-  Todo cambio será negado a la acción individual y la vida privada desaparecerá;

-  Las viejas pautas de organización occidental se quebrarán;

-  Revivirán todos los poetas y querrán ser como el psicópata asesino y también rockero Charlie Manson;

-  SE VERÁ A UNA MUJER CRUCIFICADA AL REVES CON SU VESTIDO CUBRIENDOLE LA CARA;

-  Y lo más importante, A UN HOMBRE BLANCO BAILANDO.

En resumen, para Cohen, el futuro se resume en asesinato. Cualquier parecido con el momento actual o los hechos mundiales recientes son eso, UNA MERA COINCIDENCIA.

Gracias a la obra de Leonard Cohen (y muchas otras cosas más), yo también he visto el futuro y es consumo, no asesinato que es otra forma de consumo. ¿Al haber visto consumado el futuro que plasmó en su obra, habrá muerto de la impresión? Descanse en paz Leonard Cohen, lo voy a extrañar y mucho.