No puedo desearle feliz año 2017, dispénseme será un año muy malo, pero si le deseo lo mejor para usted y los suyos (lo mejor lo define usted). Y para muestra un botón. Se cumplieron los vaticinios sobre ocurrencias disfrazadas de reformas. Enrique Peña Nieto con su reciente gasolinazo se dio un tiro en la cabeza.
Muchas cosas se dicen, muchas cosas se escriben, más cosas pasan, vamos por pasos despacito. ¿Para qué darle un aumento a la gasolina que nos meterá en una espiral inflacionaria? Las evidencias no se hacen esperar. Se pudo gravar alcohol, cigarros y bebidas azucaradas junto con golosinas una vez más para de paso elevar la nutrición en la población y desaturar el sistema nacional de salud. ¿Qué no se trata de impuestos, para sanear las finanzas públicas?
Se dice y se escribe que es la estrategia para adelantar el “éxito” de la reforma energética y que ésta no sea reventada o echada a bajo en el próximo gobierno. Pase lo que pase, como ya es evidente, innegable e irreversible, el PRI perderá la presidencia de la República en 2018, no importa si gana o no el Estado de México, por el contrario, con semejante sandez ya comprometieron aunque parezca imposible el bastión priista por excelencia. ¿No se trata de cuestiones electorales y partidistas?
Volvamos a la cuestión de las finanzas públicas. ¿No se les ha restregado en la cara que también se pudo haber recortado el gasto inhumano e inmisericorde de sueldos exorbitantes de servidores públicos, del INE, la SCJN, toda una interminable lista, o sea, de instituciones que no funcionan y la prueba se encuentra en el estado que guarda el país? Porque además de que ganan obscenas cantidades de dinero, se chingan el presupuesto, piden prestado porque no hay dinero, por eso, porque se lo robaron y también se roban lo que piden prestado, y además, porque hay más, se asocian con el crimen organizado para seguir saqueando al pueblo porque no tienen llenadero.
Se mire por donde se mire no hay justificación para la decisión que tomó Enrique Peña Nieto, no hay una sola atenuante ni preposición lógica para siquiera defender lo que durante todo este sexenio es y ha sido indefendible.
Salta la pregunta: ¿Qué pretende el régimen actual con una afrenta de este tamaño al pueblo de México?, ¿generar crisis?, ¿generar conflicto? Y es seguida de otra afrenta. No va a resultar y para muestra un botón: la gente salió condenar la acción y organizar la movilización y la acción directa.
Y en ese escenario no faltan los oportunistas que llaman a la “desobediencia civil”, a la acción ilegal para convertirnos en delincuentes afirmando que esta es legítima. La desobediencia civil o la acción directa de protesta no están ni nunca estarán condenadas o determinadas por la ilegalidad, por el contrario, son invitaciones a ser más inteligentes para destruir legítima y legalmente las decisiones arbitrarias de cualquier régimen autoritario. Reza un principio fundamental del derecho: “Lo que no está contemplado en la ley es permitido para el individuo, no para el Estado”. Ni qué decir los que convocan a la violencia, a la “revolución”, nunca dejamos de estar en revolución, para muestra otro’ botón ¿cuántos muertos ha habido en los últimos años en este país? No sume todos los de la historia de México porque le da un infarto o se suicida.
Y con ese escenario de provocación y de REACCIÓN VIOLENTA, en un país en donde cada quien hace lo que quiere PORQUE NO SE RESPETA LA LEY es más que el mejor caldo de cultivo para que aparezca el vandalismo y el abuso a su máxima escala para que delincuentes y oportunistas políticos sigan con más saqueo. Esa fue una de las máximas de los que justificaban votar por el PRI en 2012, que ellos, los del PRI, sí dejan robar.
¿Son provocadores pagados los saqueadores que ayer hicieron de la suyas? No se puede afirmar, pero no se puede negar. En México históricamente nos hemos especializado en contaminar movimientos y protestas legítimas y legales de acciones que indignan y hacen que este país siga siendo ingobernable y ya prácticamente inhabitable. Para evidencia un muestrario de botones en el sistema de educación superior: la matanza de 1968; el halconazo de 1971; los 43 estudiantes de Ayotzinapa y una larga lista que me ocuparía toda la vida de columnas.
Afrenta sobre afrenta, abuso tras abuso. Donald Trump ya impuso a su Secretario de Relaciones Exteriores en México, con la llegada tan anunciada de Luis Videgaray al servicio de política exterior y con ello contamos CON UN INEPTO, POR PROPIA VOZ, PORQUE “NO SABE NADA DE DIPLOMACIA”, para concretar todo lo que ha negociado con Donald y su familia, porque ya había acuerdo como en éste espacio se había anunciado. La política exterior mexicana con Videgaray se reducirá a seguir agachando la cabeza y a que nuestra dignidad y vidas sean atropelladas como siempre. Lo avisé, no es amenaza, ahora van a sentir la furia de la sociedad de consumo mexicana. Al tiempo, que por cierto ya llegó.
Nadie está llamando a las tarascadas, a los insultos, o sea, a las mentadas de madre o la sarta de estupideces que nuestros gobernantes están acostumbrados a hacer, se estuvo y se está llamando a las acciones LEGALES y directas para contrarrestar el sometimiento y la continuidad de la venta de este país y nuestra dignidad, a nuestro sometimiento.
Y en este escenario vienen y van “páginas” y “noticias” que disfrazan la disidencia, la desestabilización, la ilegalidad, el saqueo y A LA ESTUPIDEZ DE INTELIGENCIA. Sí, viene y va información que produce confusión y que produce miedo para legitimar el abuso. Nos sigue pareciendo muy gracioso y muy útil ser muy chistosos, porque somos más ABUSADOS, si lo fuéramos no viviéramos como vivimos, no nos harían lo que nos hacen, seriamos verdaderamente LIBRES. NO SE CALLE, SIGA PROTESTANDO, PERO INFORMESE, USTED ME HA CONVENCIDO QUE ES MUY INTELIGENTE.
Soy el primero en utilizar muletillas, chistes y demás aditamentos para que los mensajes sean agradables, porque lo agradable funciona más y mejor, pero tiene que haber siempre como me decía un gran hermano, “un balance entre lo que divierte y lo que informa, un balance entre la broma y el absurdo… porque una estupidez, para que sea una buena estupidez, tiene que estar bien pensada y bien dicha…”, y además tiene que generar cambios RESPONSABLES.
La salida para el escenario, el momento que vivimos no está en ver los fenómenos como “cosas”, como afirmaba el funcionalismo de Emile Durkheim, porque eso conlleva a ser simples espectadores, a contemplar las cosas sin INCIDIR en nuestras propias vidas de manera responsable: ÉTICA, porque la ética es moral, le pese a quién le pese y le cueste a quién le cueste. La salida está no en cerrar gasolineras ni carreteras, en incendiar o en saquear, en robar más, en hacer multitudinarias manifestaciones, ni siquiera por la gravedad del momento en no consumir gasolina.
La solución ética y de acción directa se encuentra en que salga a corretear, junto con todos sus VECINOS a su presidente municipal, alcalde o delegado, diputado local o federal, senador, a que los acorralen, para que no los dejen dormir, a que no los dejen desayunar, comer o cenar, a que los obliguemos (sin golpear o linchar) a que se reviertan los daños, a que los sometamos, A QUE LOS ACOTEMOS para que entiendan que están ahí para servir y para hacer lo que nosotros, los ciudadanos mandamos, para que les quede claro que O CUMPLEN LO QUE PROMETEN, O SEA, SUS COMPROMISOS O NO VOLVERAN MÁS.
¿Queremos dejar de depender del petróleo, de la gasolina para que no nos sigan haciendo lo que nos hacen? Además de lo anterior pongamos en nuestras casas nuestra plantita de luz ya sea solar o de otro tipo, convirtamos nuestros coches a eléctricos, pongamos nuestros calentadores naturales. Nuestros bolsillos, nuestro país y nuestro mundo no solo nos lo van a agradecer, seremos mejores y dejaremos de depender. Pero ojo al parche, no sin antes hacer lo del párrafo anterior, ya es inevitable e impostergable.
Sí protestemos, sí movilicémonos, sí INFORMÉMONOS RESPONSABLEMENTE SIN DISTORICIONES NI INVENTOS U OCURRENCIAS como las que ocupa el actual régimen y demás agregados culturales, sí cambiemos de una vez por todas y para siempre la realidad de este país, pero ahora si en serio, o sea, dejemos de HACER Y SER MITOTE, convirtámonos en REALIDAD. SEAMOS ÉTICOS.
¡Qué coincidencias! En la era de las sociedades de consumo el factor DECISIÓN ya no es el elemento sustancial para ser LIBRES, ahora en la nueva era, el elemento fundamental para que el consumo se reproduzca masivamente para que nos convenga a todos es SER RESPONSABLES. El problema está en que en la reproducción de una CULTURA CONSUMISTA, y por ende prácticas consumistas, a veces, o la mayoría de las veces nos confundimos reproduciendo más vicios. En están nueva era, ni el neoliberalismo ni el socialismo son viables, el mundo comienza a parir un nuevo paradigma… ¿No me cree?