Al paso de los años, sexenio tras sexenio hemos sido testigos presenciales de las múltiples violaciones graves a los derechos humanos de los mexicanos, atentando contra su vida, su defensa legal y dejando un gran vacío en cada familia.
El periodo de la Guerra Sucia de finales de la década de 1960 hasta principios de los 80?s dejó numerosos casos de desapariciones forzadas y tortura, que muy poco se investigó y que tampoco se consignó penalmente, y que dicho sea de paso, hoy por hoy estos temas persisten y subsisten, aunque muchos no lo quieran ver así, como lo es el Secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña indignado con el relator de Naciones Unidas por decir verdades que no pecan, pero que sin duda, además de incomodarle al gobierno mexicano, se indignaron tremendamente, al punto de satanizar al relator de esta Organización Internacional, que probablemente nuestro Gobierno, nuestro canciller o nuestro Presidente desconozcan el Derecho Internacional y esta figura jurídica, como lo es la Relatoría, y pues por dicha situación tomaron a mal la expresión de la ONU en voz del multicitado relator. Pero mi querido lector, en estas circunstancias "incómodas" los pretextos sobran para justificar lo que a la luz de todo el mundo no puede ocultarse. ¿O acaso me equivoco?
Hoy día la ?Guerra contra el Narcotráfico? - comenzada por el ex presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, en 2006, y continuada por el presidente Enrique Peña Nieto ? ha dejado miles de casos de desaparición forzada. Varios de esos casos cometidos por algún funcionario público y miembros del propio crimen organizado. Y en otras ocasiones han terminado en ejecuciones o detenciones arbitrarias que no son más que amedrentamiento y tortura.
Así las cosas, como lo hemos visto, disculpe usted la insistencia, esta situación ha empeorado día a día en virtud de que los delitos y violaciones graves a derechos humanos como lo son, insisto, la desaparición forzada y tortura no tienen una definición que se apegue a los estándares internaciones, de acuerdo con la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Y el no tener una definición para cada delito y violación a derechos humanos para todos los estados, y en este caso, en nuestro País les abre las puertas a la impunidad y desprovee a las víctimas y familiares. No olvidemos las tragedias de los normalistas de Ayotzinapa, la masacre de Tlatlaya en manos de elementos del Ejército Mexicano, así como las muertes de activistas y periodistas donde el principal derecho humano que se viola es precisamente el derecho a la vida, mismo que retóricamente lo encontramos tanto en nuestra Constitución como en Tratados Internacionales, que para ser más precisos tenemos el denominado y mejor conocido como "Pacto de San José".
Lo anterior es porque no se investiga y ni mucho menos se condena a los responsables. Hay muchas, demasiadas cosas por hacer en el Congreso de la Unión. Se debe descongelar la Ley General de Desaparición Forzada y que ésta contenga la definición de Naciones Unidas.
Por ende, y en consecuencia de lo anterior, delitos como el de desaparición y tortura deben ser condenados como delitos de lesa humanidad. Asimismo, amén de lo anterior es urgente discutirse de una forma responsable las leyes que tengan que ver con el uso de la fuerza pública, así como la reforma urgente al Código de Justicia Militar.
Y así, con lo anterior, proteger verdaderamente a los sectores más vulnerables, más desprotegidos de la población como lo son las mujeres, nuestros niños, los periodistas, los indígenas, normalistas, los defensores de derechos humanos, migrantes y cualquier otra persona que pertenezca a cualquier movimiento social.
Don Emilio Álvarez Icaza, Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, manifestó el 16 de enero de 2015 en el Colegio de México, que ??los políticos no solo deben preocuparse por su capital y su publicidad??, deben preocuparse más por salvaguardar la seguridad de cada uno de los ciudadanos, deben hacer funcionar las Instituciones del Estado, para investigar y castigar con imparcialidad, mínimo, ahora que estamos en tiempos de elecciones, para que puedan ganarse "el hueso" con dignidad, con un mérito verdadero, no mintiéndole a la sociedad.
Enfrentamos una crisis de derechos humanos que no se atiende desde hace mucho tiempo, en virtud que el Ejecutivo no quiere aceptarlo. El no atender dicha crisis permite que se sigan cometiendo más delitos que atentan contra la dignidad de cada ser humano. Es necesario exigir que se hagan valer los derechos humanos, siendo que existen todas las posibilidades para promoverlos, garantizarlos y respetarlos, y no se hace, ni se garantiza, ni mucho menos se protegen.
Ahora bien, pasando al tema de la controversia, ahora judicial, de la periodista Carmen Aristegui con MVS, el día de ayer, como lo hice saber oportunamente por medio de mi cuenta de Twitter, un Juez Federal le ordenó a Grupo MVS, por medio de una suspensión provisional negociar con ella, con la intervención de un conciliador imparcial, a efecto de que busquen un acuerdo que permita reanudar la transmisión de su noticiero.
Lo anterior, en efecto, fue debido a la suspensión provisional, dictada en el juicio de amparo 672/2015 promovido por la propia periodista, donde se advierte que "se pone en riesgo lo estipulado en el contrato y además sus efectos pueden generar un efecto inhibidor en la libertad de expresión", de acuerdo con el criterio del Juez Federal, que hemos de darnos cuenta, más allá de brindarle protección a Aristegui, dicho Juez vela y pondera el derecho humano a la libertad de expresión.
Es menester hacer del conocimiento de Usted mi querido lector, que derivado de este juicio de amparo, insisto, promovido por la propia Carmen Aristegui, si MVS no llegara a un acuerdo con la comunicadora antes de la audiencia incidental del juicio, que es la que resolverá si procede o no una suspensión definitiva, en consecuencia, se ordenaría de inmediato por la autoridad que se reanude la transmisión del noticiero de Carmen Aristegui, por lo que estaremos muy pendientes de esta contienda, ahora judicial.
Agradezco a nuestro colaborador Don Miguel Samuel Mendoza González su aportación absolutamente valiosa a la presente columna; a él lo puede encontrar por medio de su cuenta de Twitter como @SamuelMdzM