La presidenta nacional de Morena Yeidckol Polevnskyy empieza a meter en líos la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador y los principios de la 4T, al imponer candidatos de dudosa reputación, como ya sucedió en Puebla y Baja California.

El republicano, gringo y ultraconservador

Apenas el pasado 27 de marzo durante su conferencia mañanera, una reportera cuestionó al presidente acerca del origen de Jaime Bonilla, en ese momento uno de los precandidatos de Morena al gobierno de Baja California, la reportera entregó un expediente del aspirante de Morena y pidió revisar el caso, del que comentó:

El presidente le contestó de forma tajante, recordando los principios de la “sana distancia” de Zedillo con el PRI, “no me voy a meter en eso. Qué bueno que ya nos ahorramos un tiempecito”.

La mentira de Andrés y su simulación

Una hora después el presidente acudió al hotel Lucerna de la ciudad de Tijuana para conversar con Bonilla, la reunión fue preparada por Yeidckol Polevnsky, quien no cuidó en lo más mínimo las formas y el compromiso del presidente.

La reportera que cuestionó al precandidato de Morena, algo de razón debió tener, Bonilla estuvo durante 12 años como integrante de la Junta del Distrito de Agua de Otay, en Chula Vista, California, Estados Unidos. Como aliado de Jorge Hank Rohn y ya en el periodo de Morena, se convirtió en presidente del partido en Baja California y electo Senador, escaño al que renunció para convertirse a partir del 6 de diciembre en “superdelegado” de la entidad, cargo que abandona tres meses después para convertirse en el precandidato de Morena al gobierno estatal. Durante su estancia en EUA, Bonilla fue un político muy activo en favor de la causa republicana y apoyó con fuertes donativos al senador Republicano por Arizona John MacCain.

Qué podemos decir del ya fallecido exsenador por Arizona, quien entabló una fuerte alianza con el expresidente de México Felipe Calderón y apoyó a Margarita Zavala en su candidatura presidencial, que cuestionó a AMLO al preguntar al jefe de Gabinete de Donald Trump, John Kelly si sería bueno para Estados Unidos que un candidato de izquierda ganara las elecciones. Incluso Luis Videgaray, en su calidad de Canciller. lo rebatió: “la selección de autoridades en México corresponde solamente a los mexicanos” https://www.eluniversal.com.mx/mundo/asi-fue-la-relacion-de-john-mccain-con-mexico

¿No que no los superdelegados?

Sin embargo, la presidenta de Morena tiene a sus preferidos, desoyó lo que AMLO ha sostenido acerca de que ningún “superdelegado” buscaría cargo de elección popular, que el presidente no se metería en asuntos electorales de su partido y peor aún, olvidó que el presidente a diario ratifica sus principios liberales.

El impresentable MOREPRIANRD Barbosa

Así va por el camino Yeidckol Polevnsky imponiendo a su antojo los candidatos. En la definición de Puebla, por ejemplo, Polevnsky impuso a Miguel Barbosa saltándose los procedimientos de selección de candidato de Morena y generando una disputa sin cuartel con el líder de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, quien apoyaba a Alejandro Armenta y Nancy de la Sierra.

Además de los dimes y diretes que se generaron entre Polevnsky y Monreal, el senador suplente del zacatecano, Alejandro Rojas Díaz Durán, aseguró que ella “no preside el partido para todos; gobierna en favor de una facción que daña la esencia de Morena” y por ello le pidió que en un acto de humildad renuncie a la dirigente nacional, incluso la acusó de haber permitido que el partido ya no sea un factor de unidad, y propuso que sea enviada como embajadora a Venezuela, ya que “ha sembrado inconformidades y discordias en todo el país, generando molestia e indignación en las bases y dirigentes, que se sienten excluidos y sobajados”.

Síganle

De continuar Morena con esas formas de accionar y de imponer a los candidatos, no sólo va a hacer que el partido pierda la legitimidad que en su momento les brindó AMLO, sino que en las elecciones intermedias del 2021, pondrán en riesgo la obtención de la mayoría en el Congreso Federal y la victoria en las gubernaturas que estarán en juego y con ello, la 4T se convertiría en un buen deseo.