Gracias a su participación activa, vecinos de aproximadamente 30 colonias del Distrito Federal están frenando un proyecto de Desarrollo Urbano del D.F. que no cumple con la Ley actual.
Estos vecinos consideraron como un primer logro que desde la Asamblea Legislativa del D.F. se solicitara frenar la consulta sobre el proyecto del Programa de Desarrollo Urbano, toda vez que es ilegal porque se basa en la Ley de 1996, abrogada por la nueva norma aprobada en 2010.
Los colonos coincidieron en que es importante mantenerse comunicados y sobre todo en buscar la manera de dar mayor difusión a las consultas ciudadanas, ya que el día de ayer la consulta popular que se llevó a cabo en el D.F., para que los ciudadanos expresarán en qué proyectos se debe ejercer el presupuesto, no tuvo suficiente difusión y mucha gente dejó de asistir a las urnas.
En la medida que la gente vea avances y resultados por su participación, y que los representantes populares escuchen sus demandas y les den voz en los Congresos, vamos a poder transitar de la queja y la apatía, a la participación y el compromiso. En pocas palabras, vamos a romper un cículo viciosos que nos ha hecho daño.
Finalmente la ciudad es de TODOS y a TODOS nos interesa que las cosas marchen bien.
Si la Asamblea Legislativa está haciendo su tarea, los ciudadanos deben saberlo y no sólo eso sino que deben PARTICIPAR para que juntos, representantes y ciudadanos, incidan en los programas que realmente hacen falta en cada localidad.
Los colonos conocen mejor que nadie las deficiencias e irregularidades de sus colonias y barrios pero si no participan en la toma de decisiones, la resolución de los problemas resulta muy difícil, si no es que imposible.
Que sea ésta una invitación para que en lo sucesivo la gente se acerque a sus representantes y les exija cumplir con la tarea para la que fueron elegidos.
No es verdad que todo está perdido y que todos los políticos son iguales, como promulgan los medios de comunicación para su conveniencia, al menos en la Ciudad de México se está logrando que la ciudadanía tenga la última palabra y en eso se trabaja todos los días.