El gobierno que encabezará próximamente el Lic. Andrés Manuel López Obrador ha iniciado anticipadamente con la convocatoria ciudadana para que participemos en los foros temáticos para analizar cómo pacificar este país.

De la misma manera, el presidente electo ha considerado someter la decisión de seguir o no  con la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, preguntando a la ciudadanía si considera debe continuar la obra donde se está construyendo actualmente o se escoge otra vía para que la capital del país solucione el problema del congestionamiento aéreo que actualmente sufre el aeropuerto Benito Juárez. 

Creo que sería un despropósito criticar estas intenciones, toda vez todos  deseamos vivir en esa paz que perdimos hace ya varios lustroso y también que el nuevo aeropuerto contribuya al desarrollo de México.

Sin lugar a dudas, se está inaugurando una nueva forma de hacer política,  donde la consulta ciudadana será una de las alternativas a tomar en cuenta para la toma de decisiones.

¿Estaremos auténticamente ante la puesta en marcha de la tan anhelada democracia participativa que la ciudadanía ha reclamado durante tanto tiempo?

Creo dependerá de los resultados que se deriven de las consultas ciudadanas  que el nuevo gobierno está por implementar.

Como en todo, existen pros y contras en la visión del nuevo gobierno que está por asumir el poder.

Hay quienes predicen el fracaso del nuevo método por la incapacidad técnica y académica de la mayoría de  la población para conocer de los temas a consultar.

Pero en contraposición, muchos consideran que la ciudadanía ya está  en condiciones de participar en lo que le acontece a su alrededor, o sea, que ya alcanzó su mayoría de edad para saber qué le conviene y qué no.

Sin lugar a dudas que ambas posiciones son discutibles.

Pero al margen, todos coincidimos que es desesperante no poder gozar de la libertad para salir en las noches por  temor a ser asaltados, repetir las recomendaciones a los hijos para que no salgan por el pánico que nos causan las horas que no están en casa y en verdad, pensar varias veces si conviene o no, invertir en algún negocio.

En esta materia, se justifica la consulta, porque también sirve como catarsis para que la población afectada sienta  que es escuchada por la autoridad que tomará las riendas de la nueva Secretaría de Seguridad Pública y para que ésta conozca de viva voz de los familiares y/o víctimas del sufrimiento que han pasado.

Por otro lado, escuchar a los pobladores aledaños a donde se construye el Nuevo Aeropuerto de la CDMX, es un acto de justicia. Es necesario revisar las razones y afectaciones que sufrieron los cientos o miles de personas que viven cerca de ahí al iniciarse esta obra.

Vaya, verificar la legalidad de los contratos recién otorgados para la  construcción del Nuevo Aeropuerto, es una obligación de los responsables de promover la transparencia y así, iniciar verdaderamente, el combate a la corrupción.

Tema que en realidad nos afecta y compete a todos.

La democracia participativa es un modelo que facilita al ciudadano para  que se organice y una vez asociado, ejerzan su influencia en las decisiones públicas.

Durante muchos años, los partidos políticos de oposición han exigido que el gobierno sea más abierto para escuchar a la ciudadanía.

Quizás estamos en esa coyuntura.

Pero mientras se decide que el pueblo decida sobre los grandes rubros nacionales, el nuevo gobierno merece que le otorguemos el tiempo necesario para probar en el territorio, y con la gente, su nuevo enfoque.

Por el bien de todos y de México, ojalá les funcione.