Los políticos mexicanos y principalmente los de la CDMX, no tienen ideas claras sobre las políticas ambientales que se deben llevar a cabo en esta caótica ciudad donde el tema de movilidad, contaminación y medio ambiente son una verdadera calamidad debido a la pésima toma de decisiones en estos temas que han ido deteriorando poco a poco la calidad de vida de todos los seres vivos que habitamos este territorio.

Políticas bipolares

La toma de decisiones para contener el caos ambiental que ha generado en esta ciudad el problema de la movilidad ha tenido ideas interesantes que han funcionado como las líneas del metrobús para movilizar a las personas hacia sus actividades, el impulso al uso de bicicletas principalmente en las zonas más caóticas o conflictivas de la urbe como Reforma, Condesa, Roma y Polanco por ejemplo, buscando que las personas dejen de usar sus automóviles para no generar polución. Pero por otro lado hay politiquillos que al parecer tienen toda la intención de hacer exactamente lo contrario y buscar dañar el medio ambiente con la construcción de puentes totalmente inútiles, devastando áreas verdes e incentivando el uso de automóviles generando una gran contaminación con toma de decisiones totalmente estúpidas.

Antes una zona verde, hoy un puente gris

Durante los 9 años que el PRD ha tenido la administración de  la delegación Gustavo A. Madero en manos de Víctor Hugo Lobo, Nora Arias Contreras, Víctor Hugo Lobo de nuevo y en éste 2018 nuevamente Nora Arias está como candidata, han tenido una serie de toma de decisiones totalmente burdas y absurdas donde lo que ellos mismos habían construido con el dinero obviamente de los ciudadanos, ahora los destruyen para hacer una gran patraña como el puente de Montevideo y Av de los 100 metros.

Ecocidio y malos manejos del presupuesto

Hace unos meses existía un espacio en la esquina norte entre la avenida de los 100 metros y Montevideo que tenía pasto, árboles y canchas para el esparcimiento ciudadano, ese mismo espacio fue habilitado cuando era delegada Nora Arias Contreras y no se veía mal, al mismo tiempo que servía para contrarrestar la polución de la zona con las áreas verdes. Cualquier ser humano en sus cabales defendería éste espacio en el que se gastaron varios millones de pesos, pero Nora Arias no lo hizo como debería ya que la construcción del puente que ha devastado el terreno anterior lo ha realizado su jefe, protector y padrino político Víctor Hugo Lobo, evidenciando totalmente que Nora es simplemente su títere y Lobo puede hacer y deshacer lo que se le antoje y pasar por encima de los ciudadanos, al medio ambiente y su antecesora Nora Arias que también funge como su pareja sentimental.

El mejor ejemplo de lo que está mal planeado

Los puentes de 100 metros y avenida Montevideo son una de las peores tomas de decisiones que se han tomado en esta ciudad, ya que ha deteriorado el paisaje y devastado zonas de áreas verdes generando un ecocidio que a la larga atraerá grandes problemas de polución y deterioro ambiental como el que estamos viviendo hoy en esta caótica ciudad donde un pendejo puente no sirve para nada si los autos no circulan.

¿Construcción ilícita?

La gente encargada por parte de la delegación Gustavo A. Madero de defender la construcción de los puentes no ha presentado los permisos necesarios a la ciudadanía para realizar la construcción al menos del puente que corre de norte a sur ya que lo que han presentado como aval para esto, son los mismos papeles y permisos del puente que corre de sur a norte, y donde al parecer existe la sospecha que nunca se generaron los permisos para el segundo puente generando un fraude a la ciudadanía y a la nación.

La solución

La verdadera solución para el “caos” de movilidad y medio ambiente en esta zona de la ciudad no será el puente según Pedro Elvíro Martínez candidato a esta alcaldía por Nueva Alianza, si de verdad se quería dar salida y movilidad en esta cruce sin afectar al medio ambiente y sin destruir las áreas verdes, lo más obvio era haber construido dos desniveles ya que estos son más seguros en caso de temblores, tiene un impacto ambiental más favorable ya que sobre ellos se pueden generar áreas verdes que contrarresten la polución, porque un puente no permite que crezcan árboles y visualmente destruye la imagen arquitectónica de sus alrededores.