Breve historia
Verónica Michelle Bachelet fue la primera presidenta de Chile. Llego a ser tan bien evaluada que ocupó dos veces el Palacio de la Moneda, sede de la presidencia chilena. Hoy en día, como alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, está brindando un informe sobre la crisis que se vive actualmente en Venezuela.
Cartas credenciales desde la izquierda
Bachelet siempre ha sido de izquierdas. Su padre, Alberto Bachelet, fue general de brigada de la Fuerza Aérea de Chile y miembro del gobierno de Salvador Allende. Las fuerzas de Augusto Pinochet, le encarcelaron y falleció en prisión. Así, en 1975, (Verónica) Michelle y su madre fueron detenidas y torturadas por la dictadura. Una vez puestas en libertad, partieron de Chile en un exilio político.
Ella misma, desde que estudiaba medicina en la Universidad de Chile se afilió a las filas del Partido Socialista. Y las dos veces que buscó/fue electa como la presidenta de Chile, lo hizo por partidos de la izquierda chilena, con una ideología socialista.
Ya siendo presidenta enfrentó la “revolución de los pingüinos” (alumnos que por su vestimenta les decían pingüinos), un terremoto acompañado de tsunami, crisis y aun con todo lo anterior, logró elevar el nivel de bienestar de sus ciudadanos.
De lo más loable de su mandato: a pesar de su historia personal, llevó a la práctica la reconciliación con justicia de los chilenos.
Todo lo anterior para subrayar que Bachelet basa su carrera tanto en la teoría como en la práctica de la ideología socialista o de izquierda.
Su cargo actual y el informe
Michelle Bachelet es hoy la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU. Como tal, fue invitada por el propio Nicolás Maduro a observar la situación actual en Venezuela y, con ello, poder decir de forma clara y objetiva lo que pensaba de un país tan musical.
Se presentó esta semana un avance del informe. En él, Bachelet denuncia la grave crisis de derechos humanos que azota a Venezuela, lo cual incluye el colapso de la educación, del sector médico y el éxodo (reciente, no habla de los anteriores) de más de 3 millones de venezolanos que buscan encontrar un mejor presente.
Para Bachelet, en consecuencia, un segundo y grave problema reside en que las autoridades venezolanas se niegan a ver la magnitud de la crisis humanitaria por la cual atraviesan.
Todo lo anterior no le impide señalar que las sanciones impuestas por los Estados Unidos naturalmente agravarán aún más la situación económica de Venezuela.
Bocetos de la desgracia
El denunciar torturas, asesinatos y la terrible crisis social y monetaria por la cual atraviesa Venezuela no la hace más o menos socialista. Tampoco, solo por señalar lo que está mal, miente sobre lo que hoy se vive allá.
En lo que se conoce del Informe, es una denuncia de torturas, asesinatos y una terrible crisis social en Venezuela. Bachelet narra sobre la represión, donde grupos de fuerza de seguridad venezolana, con “colectivos armados” y grupos paramilitares afines al desgobierno de Maduro, han reprimido la disidencia pacífica; incluyendo métodos disuasorios como: tortura, secuestro, aprehensión ilegal de la libertad y ejecuciones sumarias. En el documento solicita a Maduro aceptar la ayuda humanitaria y entender que hay una crisis en Venezuela que requiere intervención urgente.
Imposible descalificar
Hemos leído que miembros de la 4T como el diputado Gerardo Fernández Noroña o Yeidckol Polevnsky, hablan de lo bien que está Venezuela y niegan cualquier crisis. Quien dijera lo contrario recibía el anatema de no entender, ser mentiroso o neoliberal.
Hoy, que Bachelet, siendo un personaje íntegro del espectro ideológico de izquierdas a nivel mundial, señala la terrible situación que se vive en Venezuela, esperamos que no la descalifiquen o digan que ellos tienen otras cifras.
El respeto al derecho ajeno es la paz
Evocando a Benito Juárez, es imposible pensar que el gobierno de México apoye cualquier asomo de intervención gringa. ¡De ninguna manera! Lo que sí debe hacer nuestro canciller es adoptar las indicaciones del Informe de la ONU con respecto a Venezuela. Como lo mencionaba el benemérito, el respeto al derecho ajeno. Nótese, no hablaba de dictaduras o decisiones unilaterales, señala el derecho. Hoy no hay “Estado de Derecho” en Venezuela. México debe unirse a las naciones que solicitan de forma pacífica elecciones libres, realmente libres. Seguir apoyando a Maduro, es apoyar a un torturador, asesino, señalado como tal por la ONU. 4T, izquierdas recalcitrantes de México, Andrés Manuel, es momento de ser congruentes.