Hagamos un recuento posterior a la trágica muerte del cantante de Soundgarden y Audioslave, Chris Cornell, a sus escasos 52 años edad:
Kurt Cobain: Líder de Nirvana, quizás la banda más influyente de las últimas 2 décadas. El rostro más conocido del género de rock pesado conocido como “Grunge”, tuvo una trágica muerte en 1994 , con apenas 27 años de edad, por un (presunto) suicidio.
Shannon Hoon: El vocalista de la banda Blind Melon, que también fue identificado con el movimiento Grunge pese a que su música tenía más que ver con el movimiento psicodélico, falleció en 1995, a los 28 años de edad, víctima de una sobredosis de cocaína.
Layne Staley: Vocalista de Alice in Chains, falleció en 2002, a los 34 años. El talentoso cantante vivió prácticamente como un recluso los últimos años de su vida y pereció por una sobredosis de cocaína y heroína, conocida como “speedball”.
Scott Weiland: Aunque su banda Stone Temple Pilots tuvo sus orígenes en San Diego, California y no en Seattle, como el resto, se les identificó también con el “Grunge” por su estilo musical. Weiland, vocalista de esta banda, falleció en 2015, víctima de una sobredosis de alcohol y cocaína, además de otros problemas de salud que le acarreó una vida de vivir duro.
Por último:
Chris Cornell: Cantante de Soundgarden y Audioslave, Cornell falleció con poco más de 5 décadas de vida y en plena gira, por lo que a todas luces apunta a ser, también, un suicidio.
Y es verdad, aún queda en activo una luminaria del Grunge como lo es Pearl Jam, liderada por Eddie Vedder. Pero, sin contar otras bandas de menor calibre que las anterior mencionadas, el resto de las bandas grandes y los íconos de este género nacido en Seattle han caído fulminados en el lapso de apenas dos décadas.
Lo deprimente es que mientras que músicos veteranos, de generaciones anteriores a estas bandas, siguen en activo (piensen en un Iggy Pop, Bob Dylan, Paul McCartney o Roger Waters, por poner unos ejemplos), la generación del "Grunge" ya está prácticamente al borde de la extinción. No esperemos un "Oldchella" con ellos dentro de un par de décadas.
¿Qué pasó en realidad con las vidas y las carreras esta generación de músicos de la generación de finales de los ochenta y principios de los noventa identificados con el Grunge? Probablemente nunca lo sabremos a ciencia cierta. Mientras tanto, aunque ya no estén físicamente con nosotros, millones de personas podremos seguir disfrutando de su música.