En cuanto al coronavirus, se le ha criticado y cuestionado mucho, pero pareciera tener un plan perfectamente elaborado con el que, si logra salir adecuadamente de la crisis, lo hará como rey, literalmente hablando.

En su conferencia del 24 de marzo dio a conocer los detalles del Plan DN-III que implementarán las fuerzas armadas y como lo dijo secretario de la Defensa Nacional,General Crescencio Sandoval Hernández y el secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, pondrán a disposición de la población toda su infraestructura hospitalaria, médicos, enfermeras, así como transporte aéreo y terrestre, con lo que la cobertura de atención podría alcanzar a casi 20 mil personas infectadas.

 

Ejército eficiente y el sector Salud en ruinas

En otras palabras, para dar atención a la pandemia, AMLO desplazó a un ineficiente sector salud que carece de infraestructura, organización, medicamentos y medios de atención suficientes, para poner a cargo a las fuerzas armadas, a quienes otorgó los recursos necesarios, así lo confirmó el Secretario de Hacienda Arturo Herrera. Si la pandemia no rebasa la capacidad instalada de las fuerzas armadas, seguramente México quedará como uno de los países más importantes en el combate y atención del coronavirus.

 

Aislamiento de los infectados

Cabe señalar que es una medida que puede ser muy eficaz el atender a pacientes infectados del coronavirus en la infraestructura hospitalaria de las fuerzas armadas, manteniéndolos aislados del resto de los enfermos y evitando más contagios,medida que optimizaría la infraestructura hospitalaria y la atención medica en general.

De esta forma, la atención eficiente y dedicada que puedan dar las fuerzas armadas, harán que quede en el olvido o sin fundamentos una serie de situaciones que venían afectando los resultados de la 4T y por supuesto la popularidad de AMLO.

 

La crisis de Andrés

Aún está latente la inconformidad de millones de mujeres que paralizaron al país el pasado 9 de marzo, el tema de la inseguridad y los madruguetes en política, además del intento por destruir al INE, el albazo protagonizado por los diputados al aprobar su reelección directa y hacer campaña anticipada.

De dar resultado la estrategia de Andrés Manuel, otro elemento que quedaría “borrado” es la terrible crisis económica que ya se presentaba en México con cero crecimiento, desempleo y nula inversión privada nacional y extranjera, porque veremos que al final de todo esto, la crisis económica solo será culpa del coronavirus.

Sin embargo, aunque le resulte bien la faena para afrontar la pandemia y encubrir sus yerros, nuestro líder espiritual tiene un gran enemigo, aún peor que el coronavirus, no puede dejar de lado sus obsesiones, su populismo y su narcisismo.

 

Los apoyos directos al pueblo

Al contrario de los neoliberales, que sólo apoyaron a las grandes empresas, AMLO se va al extremo contrario, se niega rotundamente apoyar al sector empresarial que demanda algunas medidas viables y oportunas para poder medio pasar esta grave crisis, como exentar del pago de ISR a trabajadores de ingresos menores a cuatro salarios mínimos, acelerar la devolución del IVA, el pago a proveedores de Pemex y CFE y ofrecer un plazo mayor para presentar la declaración anual.

En lugar de buscar un equilibrio, AMLO considera que el motor de la economía serán sus tres proyectos insignia, los que construirá con dinero público, donde asegura que va a reactivar la economía y el empleo.

Esto se complementará enviando a más de ocho millones de adultos mayores, 42 mil millones de pesos, además de los 400 mil millones de pesos para mantener los programas de bienestar.

 

Las mentiras y manipulaciones

Con esa emoción que lo caracteriza, suelta mentiras populistas como decir que bajó los precios de la gasolina y pedir a los gasolineros que no la vendan a más de 17 pesos. ¿Qué va a pasar cuando venga un repunte de los precios del petróleo? ¿Vendrá un gasolinazo?

Y remató diciendo que “ya va a venir una etapa de recuperación económica. Les adelanto que en su momento vamos a otorgar créditos sin intereses o con tasas muy bajas a un millón de pequeños negocios, esto es para pequeño comercio, para fondas, taquerías, talleres”.

Al final, los criterios de política económica que promueve el compañero presidente y camarada, generarán un rompimiento en la cadena de producción y de empleos productivos, los cuales cambiará por taquerías y fondas.

La apuesta de AMLO es grande, y la crisis actual viene a favorecerle porque tendrá a quien “echarle la culpa” nos vaya bien o mal. Él no va a perder y quizá ¡hasta de ejemplo mundial de manejo de crisis!