Tehuacán se encuentra en una de las peores crisis de su historia. Uno de los problemas más graves es el incremento de la desigualdad y la pobreza que proviene de un mediocre crecimiento económico.
Se ha privilegiado la obra pública por encima de las prioridades económicas y sociales; pavimentar calles, que si bien es necesario, es insuficiente para generar equidad social.
La ciudad se ha quedado rezagada y esto no corresponde con su potencial, es el segundo municipio en importancia en el estado.
Nuestro municipio tiene una posición geográfica estratégica al tener vías de comunicación que conectan adecuadamente al territorio con otros estados, lo que brinda excelentes condiciones para la inversión nacional y extranjera. Desgraciadamente no hay un plan de política exterior y, por lo mismo, no se han construido puentes con las instituciones y empresas nacionales e internacionales.
Los sectores agropecuario, avícola y textil son actividades importantes que sostienen en gran medida la economía de Tehuacán, es por eso que se deben mantener y colaborar en conjunto con las diferentes empresas y cámaras para que sigan generando empleo y derrama económica.
Los micro, pequeños y medianos empresarios deben convertirse en aliados del gobierno municipal en lugar de ser vistos como vacas lecheras.
Si queremos que Tehuacán sea próspero tenemos que apoyar a las empresas, pues son ellas el motor principal de la generación de empleo y riqueza.