Quiero precisar de entrada que sostengo todos y cada uno de los asertos sobre lo que he escrito a propósito de la formación del patrimonio de @Irma_Sandoval y @JohnMAkerman. Me han hecho varias preguntas y reclamaciones por correo electrónico, por mensaje directo y mensajería de Facebook. He respondido que escribiría una columna para responder a dos interrogantes que son las más reiteradas. Veamos.
Primero. ¿Cómo es posible que un académico que gana 30 mil pesos o menos al mes en la academia haya podido hacerse de un patrimonio de 60 millones en 9 años? No salen las cuentas, abundan.
Respondo. De entrada, es importante precisar que el patrimonio no consiste en cinco casas, sino tres modestos departamentos y un terreno con un precio de compra de 6 millones de pesos; es decir, la décima parte de lo afirmado por Loret, según me confirma John. Por otro lado es falso que todos los académicos de tiempo completo en la UNAM o en la UAM tengan percepciones netas de 30 mil pesos netos o menos. Es una cifra variable y la explico. El ingreso depende de varios factores específicamente en la UNAM: a) Sueldo base; b) Apoyo a la producción y a la docencia (Programa PRIDE), c) Estímulos económicos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI ) de Conacyt, dependiendo del nivel de reconocimiento que se tenga (Es entendible que en los Institutos de Investigación, como el de Jurídicas y Ciencias Sociales de la UNAM, por su perfil de investigación más que de docencia, formar parte del SNI es la regla general; d) Ingresos por proyectos de consultoría que se le piden a los Institutos y que está debidamente regulado. Así, por ejemplo, el Instituto de Investigaciones Jurídicas atiende distintos proyectos que van desde la revisión de un código civil en un estado hasta un proyecto de iniciativa ya sea federal o en los ámbitos estatales; y e) Cobro de conferencias y cursos extracurriculares que también están previstos en la legislación universitaria. De esta suerte, es muy difícil que todo mundo perciba lo mismo, lo que se puede hacer es establecer parámetros cercanos a la realidad. En el caso de Irma y John deben tener al menos un sueldo base de 38 mil pesos netos, más un bono por productividad, (llamado PRIDE) que tiene 4 niveles, el D, que es el más alto y que encaja en los perfiles de Irma y John suponen un ingreso económico de aproximadamente 46 mil pesos netos por mes, si se tiene nivel B o D en la organización académica de la UNAM; c) Formar parte del SNI de Conacyt (el cual tiene cuatro niveles, candidatos, nivel I, nivel II y el máximo nivel II) que en el caso concreto Irma y John al tener el máximo nivel existente, el III, deben percibir un apoyo económico de casi 40 mil pesos netos.
En esta suma, se puede advertir que no son los 30 mil pesos que la leyenda urbana cree que es así en todos el ámbito académicos, aunque reconozco que puede haber quienes sólo perciben esos 30 mil pesos. No es el caso concreto. El ingreso de investigadores de alto nivel como Irma y John debe tener, al menos, (porque no he visto sus recibos de pago, pero me baso como referente en el mío) un importe hasta aquí de 124 mil pesos netos, es decir, después de impuestos. La participación en los proyectos de consultoría que presta el IIJ UNAM que suelen ser de varios millones de pesos, la regla es que el 50% se queda en la UNAM y en el IIJ UNAM, el remanente que se distribuye entre los investigadores participantes. Al menos debe haber dos proyectos anuales donde participen Irma y John lo que puede implicar un aporte económico prorrateado al mes de 40 mil pesos mensuales más. Entonces el sueldo de estos dos investigadores aumenta ahora a 160 mil pesos aproximadamente mensuales. El cobro de las conferencias tiene un amplio rango de precios, que van desde 10 mil pesos hasta los 60 mil pesos o más por evento. Al menos John debe impartir al menos una conferencia magistral en forma mensual donde al menos tiene un ingreso no menor a 30 mil pesos. De esta suerte, probablemente el ingreso de John y también de Irma en Investigaciones Sociales, con la suma de estos factores asciende a190 mil pesos netos. Es más, puedo afirmar que Irma Eréndira tenía un mejor ingreso como investigadora de alto nivel que como titular de la Función Pública.
Segundo. Lo que usted afirma es que lo que se regula es el dinero con el que se llega a un cargo, cómo se comporta ese ingreso y al final del cargo se mide la diferencia entre el patrimonio con el que llegó y con el que se fue. Pero si bien es verdad que eso es explicable en la Ley General de Responsabilidades, también lo es que el patrimonio con el que se llegó pudo ser producto del lavado de dinero o de percepciones de ingresos de dudosa procedencia.
Respondo. Cualquier ciudadano que muestre una distancia irrazonable entre lo que gana y lo que gasta es, por supuesto, motivo de alerta. En el caso de Irma y John fueron ser vigilados con lupa, si hubiese duda sobre la legalidad de sus ingresos, por la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP. Recuérdese que en ese periodo que abarca dos sexenios, el de Felipe Calderón y el de Enrique Peña Nieto, se hubiera actuado con todo rigor precisamente por ser percibidas personas de crítica recurrente a esos gobiernos, y nunca salió absolutamente nada y causalmente ahora “sale” ese dato justo por la firmeza en la lucha contra la corrupción de Irma Eréndira y para minar la capacidad de incidencia de John en el Comité de selección de consejeros electorales del INE. Espero que esta explicación despeje las dudas, si las hubiese.
@evillanuevamx
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