En 1972, Mahatma Gandhi publicaba su autobiografía ?Mis Experiencias con la Verdad?, en donde nos legó la frase "ojo por ojo y el mundo acabará ciego", como reflexión a su concepción de la doctrina del Satyagraha, cuyos pilares se construyen por la forma correcta de vivir y la no violencia. Esta doctrina nos invita a desarrollar un esfuerzo mayor por la comprensión del otro, por buscar su lado noble, para que, al momento de encontrarlo, lo llevemos al terreno de la razón, del diálogo. No es poner la otra mejilla, es llevar a cabo acciones, poner en marcha nuestra tolerancia, desarrollar la empatía al máximo. 60 años después, nos seguimos preguntando cómo conseguir esa convivencia, cómo construir una #CulturaDeLaLegalidad que nos aparte de la barbarie, del sin razón. Cuando revisamos los pasajes de la vida de Gandhi, nos damos cuenta que sus actos eran enérgicos, firmes, lo cual le permitió encabezar la independencia de su país. Esta determinación creo que debe ser una enseñanza, debemos aprender de este gran abogado, su tenacidad por conseguir la justicia. Deberíamos ver a nuestro país, México, y a su estado de derecho, como ese objetivo social por el que vale la pena dar todo, porque es allí a donde podremos encontrar la fuerza de nuestros derechos y la convicción de nuestras obligaciones. Debemos hacer que el Estado funcione, debemos denunciar, debemos promover, debemos echar a andar la maquinaria legal, llenar los tribunales, llenar las contralorías, y cuando el funcionario encargado de nuestra denuncia no actué, debemos denunciarlo a él, ampararnos, exigir con las leyes que las cosas funcionen, exigir a los funcionarios de ventanilla su eficiencia, a los directores que los mandatos se cumplan, a los gobernantes cada acción que decidan, pero debemos hacerlo todos juntos, llenar sus expedientes personales de antecedentes, no conformarse con el escarmiento simplón de las redes, con el chisme de las grabaciones y los videos, lo que necesitamos es volvernos legalmente activos, que no quepa duda de que al corrupto no lo queremos, porque lo vamos a llenar de demandas y de juicios, que no encontrará descanso, porque si no somos capaces de buscar nuestra propia construcción de país, con energía y convicción, de nada servirán las enseñanzas de este gran abogado hindú, y lo que es peor, nos condenará su frase.
Nuestra mejor herramienta son las leyes, es allí donde encontraremos protección, es allí donde debemos encontrar justicia, son nuestras, nos las hemos ganado. Construyamos una sociedad que viva en la #CulturaDeLaLegalidad.
Vladimir Ricardo Landero Aramburu
Maestro en Derecho - UNAM
Especialidad en Políticas Públicas EPYGEM- Flacso
Diplomado de Amparo - ITAM