El Muro de Paz
En las distintas redes sociales se ha desatado un debate sobre las vallas colocadas frente al Palacio Nacional, en el Zócalo de la Ciudad de México. La polémica sobre la acción específica radica en la razón para colocarlas, en darle por nombre “muro de paz” e incluso en asegurar que esta acción resulta inédita en la vida pública de nuestro país.
El marco de esta discusión es la manifestación que se prevé el 8 de marzo del 2021, acompañada de las distintas reacciones sobre la eventual candidatura de Félix Salgado Macedonio y el cuestionado procedimiento intrapartidario que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de MORENA resolvió sobre propio Salgado.
Este es el marco en el que se da el debate en redes (particularmente violento en Twitter). Pero el fondo del este asunto es otro.
Estado patriarcal
El verdadero fondo es la situación de violencia generalizada en contra de las mujeres en nuestro país, el fondo es la no aceptación de la existencia de un estado patriarcal, el verdadero fondo es la ceguera y por lo tanto la negación en aceptar que los hombres mexicanos vivimos en el privilegio (consciente o no) que otorga las condiciones actuales de ese estado patriarcal.
El verdadero fondo es que aún en ciudades donde la ampliación de derechos y libertades han ido en un proceso de consolidación como en la CDMX, aún ahí, el 65 por ciento de las usuarias del transporte público son víctimas de agresiones por el simple hecho de ser mujeres, eso no sucede a los hombres.
Acoso, abuso, violación y feminicidios en CDMX
Aún en una ciudad como la CDMX en 2017, creció el acoso sexual en contra de mujeres en un 433 por ciento y no, eso no sucede a los hombres. En nuestro país cada 40 minutos es denunciada una violación y no, no es una violación a un hombre.
En México cada 7 horas son asesinadas dos mujeres por el simple hecho de serlo y dejemos de repetir que también hay muertes violentas de hombres, porque por dolorosas que estas muertes sean no son perpetradas por el hecho de ser hombres, a diferencia del 90 por ciento de asesinatos en el mundo que son ejecutados por hombres.
No es verdad que es la primera vez que se instalan vallas en zócalo, tampoco es verdad que se le pueda llamar un “muro de paz”. No es verdad que el estado actual de la violencia en contra de las mujeres sea responsabilidad de este gobierno, tampoco es verdad que la expresión “romper el pacto” en referencia al pacto patriarcal sea importada y no sea aplicable a la realidad mexicana.
Es inaceptable el ataque al movimiento feminista, el más vilipendiado de todos los movimientos sociales, al que más se le exige, al que más se le agrede. Sin reduccionismos en redes el patriarcado debe caer y la ciudadanía, toda ella, debemos contribuir a derrumbarlo.