Poco a poco llegaba la resignación sobre la intención de realizar pequeños cambios al Instituto Nacional Electoral (INE) como, por ejemplo, reducir su presupuesto y el número de consejeros del Consejo General cuando el polémico de Pablo Gómez suelta la bomba.

¡De plano que “desaparezca” dicho Consejo! La declaración del hoy morenista habrá caído como purga a los actuales once consejeros, algunos de los cuales vienen desde el otrora Instituto Federal Electoral (IFE), entre ellos el mismo Lorenzo Córdova Vianello y Marco Antonio Baños. Buena beca, ¿no?

Según Pablo Gómez, en una entrevista con El Financiero, Morena propone: “Convertir al INE en lo que siempre debió haber sido: un organismo técnico y no político. Debe ser técnico e imparcial”.

¿Y…cómo? Sí, cómo conseguir tal milagro sin recurrir a la Virgen de Guadalupe. Habría que esperar a ver la propuesta de reforma electoral constitucional y legal para conocer hasta los puntos y comas.

Porque hasta donde se ve, no se trata de una simple reforma, sino del cambio de modelo electoral, lo cual implica, como bien dice Pablo Gómez, cambiar todo el andamiaje jurídico y los métodos.

Por lo pronto, el morenista bosquejó algo que sin duda dejó perplejos a los consejeros electorales del INE: “(Que en) lugar del Consejo General haya un nuevo órgano técnico, que sea una Junta General Ejecutiva, con empleados técnicos, con las personas más y mejor capacitadas, con base en una lista elaborada por un Comité Técnico especializado”.

Hasta ahí suena bien. Mmm…¿pero integrada cómo? Hasta el momento este órgano central del INE se integra con los directores ejecutivos y lo preside el consejero presidente del Consejo General, cuyo secretario lo es también de la Junta.

Ah, vaya el consejero presidente sí que controla prácticamente toda la estructura del INE, incluso los órganos desconcentrados. Con razón a Córdova Vianello no lo consuela nada ante la pretensión de Morena en una próxima reforma electoral.

Bueno, en realidad el control lo ejerce el partido con el mayor número de consejeros electorales en el Consejo General. Sí, hombre, ha sido la praxis por más método electivo transparente dispuesto en la norma electoral…aunque luego los designados se crean más santos que Juan Diego.

Por cierto, en una nota de MSV del 2014, cuando la entonces Legislatura de la Cámara de Diputados Federal eligió al primer Consejo General del INE, se da cuenta puntual de ello https://mvsnoticias.com/noticias/nacionales/avala-camara-de-diputados-integracion-del-ine-169/. Y al final de la misma se destaca lo siguiente:

Que Ricardo Monreal, siendo líder de la bancada de MC, escribió en su cuenta de Twitter: ‘En el INE se hizo un reparto indigno y grosero. Por el #PRI quedaron: Margarita Favela, Marco Antonio Baños, Enrique Andrade, Inés Aguilar’. ‘Por parte del PAN: Roberto Ruiz, Benito Nacif y Arturo Sánchez integrarán el INE”, apuntó en otro tuit. ‘Por parte del PRD integrarán el INE: Pamela San Martín, Ciro Murayama y Javier Santiago’, añadió

Y como entre los partidos políticos saben de qué pie cojean entre sí, pues Morena cuestiona el modelo electoral actual. Seguramente por lo mismo, Pablo Gómez, quien, por cierto fuera representante del PRD ante el Consejo General del otrora IFE, dice ahora: “Ya no debe haber consejeros electorales que estén representando hipócritamente a los partidos. ¡Ya basta de máscaras”.

Cierto, fuera máscaras. Sin embargo, cabe preguntar: ¿Y en el modelo electoral que plantea Morena, este partido no tendrá ninguna injerencia? ¿Lo jura por AMLO?

Pablo Gómez asegura que no existe una iniciativa de reforma electoral de Morena, sino solo propuestas a título personal de legisladores morenistas; y la pretendida reforma sería preparada “por todos los partidos políticos en la mesa de negociaciones”.

O sea que de todas maneras la besará el diablo. Claro, todo lo que tocan los partidos por sí mismos o a través de sus legisladores lo contaminan, lo partidizan, lo pervierten.

Desaparecer el Consejo General del INE para crear en su lugar una Junta General Ejecutiva como un órgano cien por cierto técnico, parece buena propuesta.

Ciertamente, el Consejo General ha sido un órgano político y la Junta un órgano híbrido:

Entre político y técnico. Pero podría convertirse totalmente técnico para sustituir a dicho Consejo. Bien, ahí ya habría un ahorro impresionante con los sueldos de los 11 consejeros.

Sin conocer la propuesta, se infiere que la Junta General Ejecutiva estaría integrada por los Directores Ejecutivos, pero éstos ya no serían designados por un Consejo General a propuesta del consejero presidente como sucede actualmente, sino por la Cámara de Diputados Federal.

Y ahí empiezan los peros, el beso del diablo. Porque por naturaleza el órgano legislativo es político, entonces sus decisiones son políticas más que técnicas, cosa que echará a perder el carácter técnico que pretenderían darle a la Junta General Ejecutiva.

Según Pablo Gómez, los integrantes de dicha Junta serían aprobados por la Cámara de Diputados pero “con base en una lista de los mejor preparados para cada área, con un examen tipo el caso del Instituto Federal de Telecomunicaciones, y ya no a propuesta de los partidos”.

Ahí está otro pero. Lo de la lista integrada con las personas más preparadas calificadas así conforme a un examen, está bien, pero conociendo a los partidos políticos éstos envían a inscribirse a sus afines, y en la selección quedan éstos aunque del uno al diez hayan obtenido seis. ¿O no?

En fin, para integrar un órgano técnico con las personas mejor calificadas lo mejor sería, insistimos, en una selección por insaculación tras la aplicación de una serie de exámenes.

Así, por lo menos mermaría la tentación de los partidos, incluido Morena, de acaparar el órgano electoral administrativo.