Doña Pelos: mujer que posee franquicias de comida, generalmente se gana tu confianza por su buena voluntad. Actualmente el gremio de Doñas Pelos abarca una parte muy importante de puestos móviles colocados estratégicamente en la ciudad, con el fin de llegar a nuestros paladares a cualquier hora y en todo momento.
Ellas se caracterizan por ser mujeres luchonas. En ocasiones mientras se encuentran torteando la masa, suelen interrumpir la plática de algún comensal, interceptando un atinado comentario o para emitir alguna crítica.
Doña Pelos es un alias completamente mexicano, por lo regular nadie sabe el verdadero nombre de estas visionarias que atienden los changarros.
¿Cómo nace una Doña Pelos? Poco a poco la sociedad comienza a posicionarla como una Doña Pelos más; ya sea por su aspecto físico, o cuando la comida manifiesta cabellos (de manera peyorativa se les llama: pelos).
Siempre tan lindas y dedicadas, para Doña Pelos, todos somos iguales, generalmente nombran “güerito” a quien se acerca al puesto. Emiten juicios sin censura y saben de todos los temas de actualidad. Entablar una amistad verdadera con Doña Pelos tiene sus beneficios, gozando con el privilegio de pedirle fiado y apunte tu nombre en la libreta de clientes que pagan en la quincena.
La otra cara de Doña Pelos
Pudiera ponerse en tela de juicio el por qué de su apodo, llegando a sospechar que su comida contiene pelos púbicos o que es una mujer muy peluda que va dejando su vellosidad en la comida. Es una teoría que aun no se comprueba. Se especula que la primera Doña Pelos del mundo fue llamada así porque mientras preparaba un huarache de costilla, se limpiaba el sudor con el brazo, al levantar ambos brazos se dejó ver en su axila una fuerte y extensa cantidad de vellos (pelos).
Un saludo a todas las Doña Pelos del mundo, que son como una madre para todos.
¡También saludos a Doña Tifo y Doña Salmo!