“Ladrones, ladrones, son unos ladrones, por eso el país está como está, por gente como ustedes”, les gritó el senador panista, Raúl Gracia, al presidente del PRI en Nuevo León, Pedro Pablo Treviño Villarreal, y a los destacados miembros del PRI nacional, Héctor Gutiérrez de la Garza y Felipe Enríquez. Se había consumado la decisión del Tribunal Estatal Electoral de, por diversas irregularidades, arrebatarle el municipio de Monterrey al panista Felipe de Jesús Cantú y otorgárselo al actual alcalde, Adrián de la Garza. También el municipio de Guadalupe a la priista Cristina Díaz y no al panista Pedro Garza.

El traspié político para Raúl Gracia ha sido estrepitoso. Ayer viernes lo condenaron a ceder el liderazgo del PAN a otros grupos. Gracia perdió, a través de Rebeca Clouthier, el municipio insignia del panismo en Nuevo León, San Pedro Garza García. Con las derrotas de Monterrey y San Pedro, Raúl se queda con muy poco, por eso su enojo, por eso el berrinche, por eso el zafarrancho.

Con el resultado de ayer, el PRI en el estado tiene de nuevo oxígeno tanto en las alcaldías metropolitanas como en el Congreso. El gran derrotado es Gracia porque los otros liderazgos albiazules mantuvieron sus cotos. Tanto Víctor Pérez en Santa Catarina como Zeferino Chefo Salgado en San Nicolás de los Garza. El declive de Raúl (no poder usar las nóminas municipales para insertar a sus amigos y cuadros) es un hecho. Este fin de semana Chefo y Víctor podrían estar poniéndose de acuerdo en la refundación del nuevo PAN en Nuevo León.

La demografía del área metropolitana de Monterrey es priista porque mantienen los municipios de Escobedo, Apodaca, Monterrey, Guadalupe. El PAN se queda con San Nicolás y Santa Catarina y el grupo emergente independiente-panista, liderado por el exgobernador Fernando Canales Clariond, con el municipio de San Pedro.

El ejercicio político en Nuevo León encuentra a un estado dividido. Tal vez haya sido conveniente a los intereses de Morena en el Congreso local que le quitaran la diputación a la maestra en fuga, Guadalupe Rodríguez, ya que el PT en Nuevo León está ahora orgánicamente amarrado con el gobernador Jaime Rodríguez Calderón que no ha aceptado a la coordinadora delegacional, Judith Díaz quien, probablemente, le dará vida al PES en Nuevo León.

Después de tantos años manejando al PAN en Nuevo León, al senador Raúl Gracia le llegó su desgracia política. Uno más de los caídos en el proceso electoral de julio.