1.Los jóvenes: No solo es necesario que todo aquel que aspire a una función pública o a un cargo a elección popular incluya a los jóvenes, sino que es indispensable que se rodee de jóvenes, no en apariencia como han acostumbrado los partidos políticos, sino que en realidad gran parte de sus equipos estén conformados por jóvenes, la juventud llama juventud, les sorprendería que en nosotros los jóvenes existen ideas que pueden dignificar la política de nuevo.
2.Eliminar el financiamiento a los partidos políticos: Gran parte de la inconformidad que tenemos los ciudadanos con los partidos políticos es que reciben una cantidad excesiva de recursos en años no electorales y en años electorales y que jamás vemos reflejados en beneficios para la ciudadanía, ni siquiera en publicidad, nos queda el sabor de que se lo quedan, además de que es dinero de recurso público que fácilmente podríamos utilizar en salud, educación o seguridad, así que si logramos que los partidos dejen de recibir dinero del Estado, seguramente vamos a confiar más en sus intenciones.
3.Transparencia: Necesitamos con urgencia que aquellos que se encuentran en el poder, lo utilicen con responsabilidad, que transparenten realmente sus gastos dentro de la función pública, a los ciudadanos nos gustaría saber si gastan en una botella de agua o en un coche, pero saberlo. Dijeron comprometerse con la Ley 3De3 pero no la legislaron, la congruencia también suma votos.
4.Ideario: Otra cosa que nos urge en la política son políticos con idearios, que tengan un motivo para participar, que todas sus propuestas tengan un sentido directo con sus ideales, sus sentimientos y su forma de vivir, que no solo prometan por prometer.
5.Decir “cómo”: Para dignificar la política es importante que digamos cómo vamos a cumplir lo que prometemos, no solo prometer por prometer y que nos gane la emoción, sino describirle a la gente lo que proponemos y cómo vamos a cumplirlo si confían en nosotros, es decir dejar fuera la demagogia.