La crisis mediática de relevantes funcionarios panistas donde se muestran bailando, toqueteando, acariciando y besando a chicas en una mansión de Puerto Vallarta, cambiará el mapa político municipal, estatal y federal en 2015, pues como bien han mencionado diversos columnistas y colaboradores en este espacio de SDP Noticias, los participantes son suspirantes a algún cargo de elección popular en las próximas elecciones intermedias.
Luis Alberto Villarreal, Máximo Othón Zayas y Alejandro Zapata, aspiran o aspiraban al gobierno de Guanajuato, Sonora y San Luis Potosí, respectivamente.
Por su parte, entre los precandidatos a presidentes municipales, se aprecia en el video a Raúl Paz Alonso, representante de la ultraderecha moralista de Mérida; al también transportista Juan Carlos Muñoz Márquez (aspirante a la alcaldía de de León), y Martín López Cisneros, suspirante a la alcaldía de Monterrey.
La respuesta inicial del Luis Alberto Villarrreal al video dado a conocer por Reporte Índigo que dirige Ramón Alberto Garza fue errónea en términos mediáticos al reiterar la reunión plenaria en enero de 2014 en Puerto Vallarta: “Asistí como invitado a un evento privado, fuera de cualquier actividad relacionada con la reunión plenaria”. El propio Villarreal o sus coordinadores de prensa no aplicaron lo que seguramente estudiaron en cursos de Entrenamiento de Medios o Media Training: no es recomendable repetir términos que puedan ser usados en su contra, o reiterar términos negativos. Era obvio que la reunión, por muy privada que sea, formaba parte de los trabajos de su sesión.
Además, agrega: “Lamento el uso en política de grabaciones ilegales que tienen por objeto dañar a las personas y su vida privada. En su momento exigiré a las autoridades la investigación del origen de las propias grabaciones y ejerceré las acciones penales correspondientes”.
Estas declaraciones, publicadas el pasado 11 de agosto, las reiteró Villarreal en una carta dirigida a los medios de comunicación ayer por la noche, derivada de una reunión con el líder del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero:
“Como ya lo había dicho, ejerceré acción penal para que se conozca el origen de dichos materiales ilegales, pues me parece lamentable el uso del espionaje político con fines electorales, que tienen como estrategia clara generar el desprestigio de nuestro Instituto Político y sus militantes”.
A los ojos de la opinión pública, esta declaración en lugar de mostrar resignación ante el embate mediático, muestra cinismo y búsqueda de culpables sin enfrentar por completo su propia responsabilidad. La reacción natural del líder panista será oficializar la remoción de Villarreal como líder de la fracción del PAN en la LXII Legislatura.
Villarreal no tomó en cuenta para su propio presente y futuro político, que la comunicación debe formar parte de la planeación y las estrategias de cualquier organismo y más aún en un mundo donde la información (y los rumores) viajan cada vez más aprisa gracias a las redes sociales. Villarreal debió emitir un comunicado sin mostrar amenazas y posteriormente dar un tour de medios ante líderes de opinión por diversas estaciones de radio, tal como lo hizo en su momento la diputada federal Purificación Carpinteyro cuando le estalló su propia crisis. Ante un aprieto mediático, la estrategia ideal es atacarlo de frente, tratando de amortiguar lo más posible, los embates de las redes sociales.
La propia sofisticación de los medios, y el tipo de gestión actual, obligan a que el vocero de hoy cuente con requisitos muy difíciles de cumplir, pero que pueden construirse y desarrollarse con un buen entrenamiento y preparación. Algunos de esos requisitos son la disciplina al comunicar sus mensajes clave, credibilidad frente a la opinión pública, así como la articulación de palabras claras y precisas, de lo cual careció Villarreal.
Así, el ya quebrantado PAN se enfrenta a una nueva crisis mediática que incluirá declaraciones de otros actores como el propio PAN (Lozano y Cordero), organismos de derechos humanos y seguramente la izquierda; esta crisis, por el peso que representan los participantes en el video, durará más allá de las elecciones intermedias de 2015.