Al consultar diccionarios encontramos que transformar es cambiar: Gran Diccionario de la Lengua Española © 2016 Larousse Editorial, S.L., “1. v. tr. y prnl. Hacer cambiar a una persona o una cosa…” Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L. “tr.-prnl. Hacer cambiar [una cosa] de forma.” El término transformar es de origen latino en “transformāre”. El sufijo “trans” significa “a través”, “más allá de”, “de un lado a otro”, y “formar” del latín “formāre”. En últimas la palabra “transformar” significa “cambiar de forma”, “ir la forma de un punto a otro”.
Por ello, si se quiere explicar el proceso de cambio de un gobierno, es fundamental examinar las ideas de quienes lo conforman y sus conductas; si se quiere entender el cambio que ha provocado polarización social y protestas a 7 meses de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en el que no existe una política de reconciliación, en el que la inseguridad y la violencia sigue siendo un asunto pendiente, no resuelto desde la época “neoliberal” en el que los tecnócratas eran los gobernantes de México.
Al respecto, Marco Tulio Cicerón (106 a.C.-43 a.C.), orador, político y filósofo, en sus obras analiza las causas de la decadencia de la República romana, algo semejante sucede en la actualidad en México; por lo mismo, retomo estos discursos políticos de cambio del “viejo” régimen político que todavía no termina de morir:
“El asunto fundamental hoy, es evitar la confusión: tenemos un compromiso con el cambio y al mismo tiempo, con nuestro origen; la convicción de dar la fuerza política que garantice la estabilidad y promueve la democracia. Somos la fuerza política de la amplia mayoría social; somos portadores de los valores históricos de la nación y garante de la soberanía.
Se han hecho cambios profundos sin romper la unidad, sin poner en riesgo la estabilidad política. Hemos hecho los cambios para fortalecer la soberanía en las nuevas condiciones del mundo. Se han hecho los cambios sin aflojar el esfuerzo día con día; eso, el pueblo lo sabe.
Las preguntas son claras: ¿Cómo preservar la soberanía en una situación mundial con características geopolíticas distintas?; ¿Cómo mantener nuestros puestos de trabajo, y mejorar los niveles de desarrollo en un mundo de implacable competencia global? ¿Cómo mantener la decisión de justicia social en una economía de recursos escasos y que para funcionar requiere ser eficiente y competitiva? ¿Cómo ser parte del cambio democrático en México conduciéndolo, sin poner en riesgo la unidad básica de la nación?”
Este Discurso político fue pronunciado por el Diputado Federal Fernando Ortiz Arana al rendir protesta como Presidente del CEN del PRI en Aguascalientes, Aguascalientes, el 30 de marzo de 1993. Hace 26 años, es como hacer que el tiempo regresara regenerado.
“México también vive un momento importante de su historia. Para enfrentar las necesidades de la población y el nuevo reto internacional, hemos fortalecido soberanía, modificado viejas prácticas, descartado estructuras económicas ineficientes, y hemos alentado el cambio de las mentalidades, reafirmando libertades y democracia. El país está dando pasos firmes hacia la consolidación del cambio y las grandes realizaciones. La nación tiene rumbo, porque tiene historia y se han establecido nuevos propósitos y metas por alcanzar. Depende de los mexicanos que así lo logremos; depende de nosotros que los cambios sean permanentes, que no dependen de las personas, que se conviertan en instituciones”.
Este otro discurso político fue pronunciado por Carlos Salinas de Gortari, cuando fue Presidente de la República de 1988-1994, en la clausura de los trabajos de la XVI Asamblea Nacional del PRI en Aguascalientes, Aguascalientes, el 30 de marzo de 1993.
“México no concibe su presencia en el mundo moderno como un hecho puramente económico, ni siquiera solamente político, sino como una afirmación cultural e histórica…Soberanía, libertad y justicia nombran los tres grandes momentos del pueblo mexicano: Independencia en 1810, Reforma en 1857 y Revolución en 1910. De ahí proviene nuestro orgullo y de ahí nace nuestra fortaleza moral para encarar el futuro. Hoy el mundo abandona los discursos absolutos y las tentaciones totalitarias…Quienes buscan uniformidad en el mundo actual, no saben lo que hemos aprendido los mexicanos: la presencia viva de herencias tan diversas, pero en nosotros unidas; las cosmogonías indígenas, el humanismo del mediterráneo antiguo, la energía creadora del Renacimiento, la fe progresista de la Ilustración y el espíritu crítico de la modernidad. Todo esto está actuando en nuestras pinturas y poemas, en nuestra música y arquitectura, en nuestras universidades y en nuestros museos, en nuestras comunidades y ciudades... Nos demanda ser leales a las tradiciones para participar, provechosamente en los acelerados cambios de la modernidad. Vivimos en un mundo casi sin distancias, en el instante presente: eso es inevitable. Pero creemos que la auténtica interdependencia ocurre solo entre naciones interdependientes.”
Cierto, es otro discurso político de Carlos Salinas de Gortari, pronunciado ante la Sesión Conjunta del Congreso de los Estados Unidos de América, Washington, D.C., 4 de octubre de 1989, hace 30 años, ¿es el regreso del viejo régimen político? “No se hagan bolas”.
Por ello, La Ética Nicomaquea de Aristóteles, argumenta que para algunos la felicidad consiste en los placeres; para otros en las riquezas: pero el hombre sabio la busca en el ejercicio de la actividad en la vida intelectiva. Ello no excluye en el goce moderado de los placeres sensibles y de los demás bienes, con tal de que no impida la contemplación de la verdad.
Sobre esta base, desarrolla Aristóteles el concepto de virtud. La virtud consiste en el justo medio. Y todas las virtudes son hábitos que se adquieren por medio de la repetición, repetición en el discurso y en las prácticas políticas, pero para lograr ser un gran estadista se tendrá que trabajar duro para servir a su pueblo porque el veredicto de estadista, lo otorgan terceros, no a sí mismo ya desgastado.
Concluyo con un comentario del Doctor Rolando Cordera Campos, colega y profesor emérito de la UNAM, que refleja lo que sucede a México a través de su historia: “Una sociedad partida por la injusticia no puede pretender ser vista como comunidad progresista o promisoria. Antes tiene que demostrar que sabe lo que es y ha sido y que, desde esa sabiduría, se apresta a reformarse para avanzar y no para seguir dando vueltas a una noria con agua envenenada por el rencor social de los muchos y la hipocresía de sus pocos beneficiarios.”