La permanencia de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre dentro de las filas del PRI es un agravio, un atentado contra los Derechos de la Mujer, amén de ser incongruente y contradictoria, un total desprecio al respeto por el género.
¿Abona en algo a la ya deteriorada imagen partidista? ¡Definitivamente no!
Daño hace, y mucho, envía un mensaje totalmente equivocado, dando a entender que ese tipo de prácticas se avalan al interior del partido, que los oscuros intereses que hay detrás de ello, van mucho más allá de lo que vemos a simple vista.
¿La basura deja más, (gremio pepenadores) es más importante para el PRI, que cualquier mujer luchando por un mejor México? ¡No lo creo!
¿Cómo podemos confiar en las dirigencias en cualquier Estado o Municipio, si vemos que se protegen actos tan deleznables como la llamada "aduana sexual"? Las mujeres no somos mercancía, no somos moneda de cambio, no somos objetos sexuales y si en muchos casos víctimas del abuso y uso de prácticas misóginas y denigrantes como es el caso.
¡A ninguna mujer nos interesa saber si los Estatutos del Partido contemplan tal o cual cosa, nos interesa nuestra integridad, que nuestros derechos se respeten, qué nuestras prácticas sexuales sean por gusto y en total libertad, jamás por sometimiento o a cambio de nada!
Sin duda creo que el Presidente de la República Enrique Peña Nieto, no está de acuerdo con ese doble lenguaje que hoy impera, y si se ve trastocada su imagen como figura principal del Revolucionario Institucional.
¿A qué le tiran cuando sueñan que hoy permaneceremos calladas? ¿Acaso creen que podemos estar durmiendo con el enemigo?
Laura Tamés V.
@LauraTames