Información pública
El periodista Carlos Loret de Mola realizó una “investigación” que revela que la empresa productora Argos, de Epigmenio Ibarra, recibió un crédito por 150 millones de pesos por parte del Banco de Comercio Exterior (Bacomext). En realidad, no había necesidad de “investigar” nada, ya que se trata de información pública que nadie ha intentado ocultar. Lo que sea, el comunicador yucateco llegó a conclusiones que aluden a que este préstamo es un acto de corrupción por parte del productor que es simpatizante del gobierno de la Cuarta Transformación (4T), lo que refleja la ignorancia, o mala leche, del autor del texto acerca de cómo funciona la banca de fomento del Estado mexicano y lo lamentable es que esta interpretación es replicada sin ninguna reflexión por el aspirante panista a un cargo como legislador en las próximas elecciones, Fernando Belaunzarán.
Tanto el reporte del periodista de LatinUS, que ostenta un título de licenciado en economía por parte del ITAM, como el político que presume ser un “filosofo en formación” (lo que signifique eso), hablan de que hay favoritismo de parte del presidente en el otorgamiento del crédito a la empresa productora y un posible acto de evasión de impuestos o un rescate del gobierno al acreditado, lo que habla del desconocimiento de lo que es una banca de fomento. El negocio de los bancos es prestar dinero con intereses y es una actividad legal.
Según el reportaje titulado “Salvando al soldado Epigmenio”, Argos obtuvo el préstamo en dos partes, un “tramo A” de 100 millones, destinado para la producción de series de televisión, y un “tramo B” de 50 millones de pesos más, para la adquisición de equipo, insumos y remodelaciones.
La investigación habla de que en la operación del crédito con el banco de desarrollo se creó un fideicomiso, que para el comunicador es “un instrumento opaco y que se presta para actos de corrupción”.
Cumple con los requisitos
La empresa productora de Epigmenio Ibarra cumple con los requerimientos que tiene el intermediario financiero estatal para ser acreedor de un crédito, ya que esta compañía exporta el total de sus contenidos y es un captador de divisas
El artículo tercero de la ley orgánica de la institución financiera habla de que “el Banco Nacional de Comercio Exterior, como institución de banca de desarrollo, tendrá por objeto financiar el comercio exterior del país, así como participar en la promoción de dicha actividad”.
El artículo 6 de la ley orgánica del banco también habla de que “con el fin de procurar la eficiencia y competitividad del comercio exterior comprendiendo la preexportación, exportación, importación y sustitución de importación de bienes y servicios; en el ejercicio de su objeto estará facultado para: I. Otorgar apoyos financieros …”.
Argos cumplió con los requisitos fiscales y dio como garantías los contratos que tiene en Estados Unidos para cobro futuro y la solicitud para el préstamo fue avalada por los comités de crédito y de riesgos del banco.
La pagina web de Bancomext habla de que “La operación y funcionamiento de los servicios fiduciarios que ofrece Bancomext se realizan con apego al marco legal aplicable y a las sanas prácticas y usos bancarios lo cual garantiza a nuestros clientes una correcta, clara y confiable inversión y administración de su patrimonio con una gestión transparente que les otorga la seguridad de que la voluntad expresada en cada contrato será cumplida en estricto apego a sus términos y condiciones, partiendo esencialmente de los conceptos obrar como buen padre de familia y el secreto fiduciario”; por lo que la creación de un fideicomiso entre la empresa de Epigmenio Ibarra y el intermediario financiero del Estado no representó ningún acto de corrupción.
Hasta el momento no se tiene noticias que Argos haya incumplido con los pagos del crédito que le otorgaron.
Lo que sí es denunciable
En mi opinión, si Carlos Loret de Mola tiene tanto interés en investigar créditos otorgados por Bancomext, y al parecer tiene quién le informe, debería de investigar el préstamo que le concedieron al Grupo Famsa en la pasada administración federal y en donde hay incumplimiento.
El Grupo Famsa contrató en 2017 una línea de crédito simple con el Banco de Comercio Exterior por 2 mil 634 millones de pesos, con lo que refinanció una parte significativa de su deuda en el extranjero.
Para el 2018 al corporativo regiomontano se le otorgó otra línea de crédito simple con Bancomext ahora por mil millones de pesos y que sería destinada para el refinanciamiento de pasivos y requerimientos de capital de trabajo.
Hay recordar que el pasado 30 de junio la Junta de Gobierno de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) notificó a Banco Ahorro Famsa la revocación de su licencia, debido a que su operación había sido inapropiada, resaltando los préstamos a personas y compañías asociadas a su propio grupo empresarial, registros indebidos, además de no respetar disposiciones de la ley.
El banco que fundó Humberto Garza González, que era una de las principales empresas del Grupo Famsa incurrió en serias irregularidades e incumplimientos desde el 2016 y sus pérdidas no fueron producto de la actual coyuntura financiera derivada de las medidas de confinamiento adoptadas por las autoridades sanitarias para que no se extendiera la epidemia de covid-19, por lo que no se entiende el porqué los comités de crédito y riesgos del banco, cuando estos eran presididos por Alejandro Diaz de León y Francisco N. González Díaz, le de hayan otorgado el préstamo.
El grupo regiomontano fue declarado en concurso mercantil con apertura de la etapa de conciliación por el juez segundo de distrito en materia civil y de trabajo de Nuevo León, con fecha efectiva al 30 de octubre del 2020.
En Estados Unidos, Grupo Famsa se acogió al Capítulo 15 de la Ley de Quiebras y consiguió que una jueza federal de Nueva York prohibiera a los acreedores el iniciar acciones judiciales contra la empresa en territorio estadounidense.
La quiebra del corporativo de origen regio, hará muy difícil poder cobrar el adeudo que tiene con Bancomext.
Si se trata de investigar fideicomisos opacos, Carlos Loret de Mola y Fernando Belaunzarán, podrían investigar el controvertido Fideicomiso 80460, que es el vehículo financiero que se utilizaba para colocar la deuda con la que se estaba financiando, en buena parte, la construcción del nuevo aeropuerto de la CDMX, pero su información fue reservada en 2017 por Nacional Financiera (Nafin) en su calidad de fiduciario, argumentando que este fideicomiso es “Privado” y lo protege el secreto fiduciario, lo cual avaló el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información.
El fideicomiso 80460 manejaba millones de pesos del Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA), el instrumento financiero tenía como agente fiduciario al banco de desarrollo Nafin y como fideicomitente a INBURSA; todo opaco.
Es muy peligroso que tanto el periodista y economista Carlos Loret de Mola como el político y “aprendiz de filósofo” Fernando Belaunzarán, sean tan ignorantes de cómo funciona un Banco de desarrollo y acusen sin pruebas ni conocimiento de causa de corrupción. Sería lamentable que el aspirante panista a una curul en el Congreso llegara a ese recinto parlamentario con tan bajo nivel de preparación.