Juez informó que el próximo 18 de marzo decidirá si mantendrá o no la suspensión de la Ley de la Industria Eléctrica
La publicación del Decreto por el que se reforma y adicionan diversas disposiciones de la Ley de la Industria Eléctrica, recién aprobado por ambas Cámaras del poder legislativo, en la edición vespertina del Diario Oficial de la Federación (DOF) del pasado 9 de marzo, provocó la ira de varias generadoras privadas, que se vieron afectados, por la legislación, así como de un sin número de columnistas que hablaron de los hechos con mucha furia, pero con casi nulo conocimiento del tema.
No pasaron ni 24 horas de que entrara en vigor la nueva legislación en materia eléctrica cuando fue concedido por un juez un amparo que dictó la suspensión de carácter general que aplica para toda la industria eléctrica, gracias a la demanda interpuesta por dos empresas: Eoliatec del Pacífico y Parque Solar Orejana.
El juzgado que lleva el caso determinó que esta suspensión general debe tener efectos generales, porque si solo se da a la empresa que inició el amparo podría tener una ventaja competitiva y ocasionar distorsiones en el mercado.
La mayoría de los columnistas y líderes de opinión que se oponen a la legislación en materia eléctrica diseñada por el Gobierno de la Cuarta Transformación (4T), poco o nada hablan de lo que persigue esta nueva Ley y mucho menos de lo que propone; pero en cambio comentan cosas que no están en el texto, como que la “Comisión Federal de Electricidad (CFE) supuestamente quiere generar electricidad con combustóleo que es sumamente contaminante, otra de las cosas que se afirman sin ningún pudor es que se atenta contra la libre competencia.
En las justificaciones de la iniciativa que aprobó el Congreso, se maneja el discurso de la actual administración federal de que en gobiernos anteriores se buscó debilitar a la CFE y transferir recursos públicas a particulares, en base a subsidios a los Productores Independientes de Energía (PIE), además de que a los generadores privados pagan poco o nada por la transmisión de la energía a través de la infraestructura de la hoy empresa productiva del Estado y que tampoco se les cobra la interface cuando entran en acción las plantas de la Comisión Federal de Electricidad, cuando la producción generada en las plantas eólicas y fotovoltaicas de los particulares paran por falta de viento y sol, es decir son intermitentes.
Energías renovables limpias
Una de las acciones de la iniciativa de la nueva Ley es que se da preferencia de despacho a las hidroeléctricas geotérmicas, que son energías renovables “limpias” y continuas; en segundo lugar, a las termoeléctricas y ciclos combinados de la CFE y en tercer término la energía solar y eólica de privados, pero de esto no hablan los articulistas que se oponen a la nueva legislación en la materia.
Hasta antes de esta nueva Ley el despacho era por mérito, entrando las centrales de energía más baratas como las eólicas y fotovoltaicas, aunque no son energías continuas y muchas veces cuentan con subsidios.
En otro de los puntos de la actual Ley se señala que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) podrá revocar los permisos de autoabastecimiento y revisar contratos de Productores Independientes de Energía, con lo que podría quitar los subsidios y que no se pague la transmisión a la CFE.
Las energías limpias (excluyendo a las hidroeléctricas, geotérmicas en poder de la CFE) generan menos de 15 por ciento de electricidad en el país. Además, existe otro problema: la energía que producen las plantas eólicas y fotovoltaicas y que se transfieren a la red de la hoy empresa productiva del Estado para su distribución no es continua; por lo que el suministro permanente depende de las fuentes de ciclo combinado, hidroeléctrica, carbón, combustóleo. Esto es, México –como todos los países del mundo – no puede operar en 100 por ciento con energías limpias. En la actualidad de los aproximadamente 80 mil MW de capacidad que tiene el Sistema Eléctrico Nacional, alrededor de 50 mil MW corresponden a plantas que producen todo el día (de base) y unos 30 mil MW corresponden a plantas que no producen todo el día (intermitentes).
Modernizarán plantas hidroeléctricas
La apuesta que tiene el Gobierno de la 4T para generar energía limpia es a través de aumentar la productividad de 60 plantas hidroeléctricas con las que cuenta la CFE.
En el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN) 2019 – 2033, se plantea reincorporar en el periodo 2021- 2025 alrededor de 471 megawatts de capacidad hidroeléctrica; mediante la rehabilitación y modernización de algunas centrales en operación, así como con el equipamiento de otras instalaciones hidráulicas existentes.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció hace unos días que se modernizaran 14 plantas hidroeléctricas, con lo que se aumentara la oferta de energía eléctrica limpia y continua.
Hay que recordar que la energía en el caso de las hidroeléctricas se puede almacenar mediante la acumulación de agua y despachar a voluntad a cualquier hora. En contraste, las eólicas y la fotovoltaicas actualmente no guardan energía.
Podríamos decir que la crítica de columnistas de que la nueva Ley Eléctrica atenta contra la libre empresa no es cierta ya que no corresponde a los gobiernos soportar con subsidios o con estímulos las inversiones y menos aún la operación y crecimiento de las empresas. Al hacerlo, crea distorsiones y rentabilidades ficticias, que de ninguna manera se pueden justificar. Económicamente se ha descubierto que los subsidios hacia la producción suelen concentrarse hacia los que tienen una mayor capacidad productiva o a quienes cuentan con una mayor incidencia en los mercados.
Lo más lamentable de los gacetilleros y columnistas que están en contra de la nueva legislación es que no hablan del espíritu de la Ley y tampoco mencionan a las plantas hidroeléctricas, no dicen nada de los subsidios que reciben los PIE que atenta contra la libre competencia en detrimento de la CFE y que no desaparecieron con la Reforma Energética del sexenio pasada no desapareció.
Lo que, si abunda en los textos de muchos de los columnistas que están en contra de las modificaciones de la 4T a la Ley en materia de electricidad, es que no hay análisis, solo descalificaciones, adjetivos e insultos como tranzas, incompetencia, combustóleo, etcétera, pero no aparecen en esas columnas plantas hidroeléctricas, subsidios, energías intermitentes, ni continuas, en realidad no saben de lo que hablan.