Utopía
Estamos de pie y en lucha, la transformación sigue; anunció sin que hiciera ninguna falta el presidente Andrés Manuel tras dos semanas de ausencia en las mañaneras, el instrumento de gobierno que más utiliza para informar y comunicarse con los gobernados; sortear con éxito el cerco de buena parte del oligopolio mediático, sus dueños e intelectuales orgánicos; recibir denuncias que a veces estremecen a los mismos denunciantes y la audiencia; girar instrucciones a su gabinete y a quien él considere necesario; polemizar con adversarios y contestar preguntas de colegas que todavía no distinguen entre una conferencia de prensa y una entrevista exclusiva, o buscan sus cinco minutos de fama atropellando a muchos y ostentando limitaciones, necedades para lucirse.
Una pregunta por reportero sería suficiente Jesús Ramírez Cuevas, para que el encuentro tenga mejores resultados para la audiencia y ésta es la que debe importar más.
El retorno del presidente López Obrador
La actitud con la que retornó López Obrador no era preciso que la explicitara, pues el lunes 8 y martes 9 dio muestras sobradas de lo que en los años 60 y 70 llamaban combatividad en las izquierdas orgánicas.
Repasó uno por uno los temas en los que las oposiciones partidistas y empresariales pusieron el acento durante la catorcena de ausencia del tabasqueño de Tepetitán (Macuspana) y sobre todo fijó posturas sin contemplaciones e incluso le puso nombre al destinatario (Reforma, El Universal, Washington Post, New York Times, Wall Street Journal y El País) e incluso apellido (Aguilar Camín y Krauze), ya que los primeros están instalados en la batalla por mantener la generación y distribución de la energía eléctrica en los muy desventajosos términos para México y la Comisión Federal de Electricidad, establecidos bajo el gobierno de Enrique Peña Nieto con la reforma energética.
Y los dos historiadores, capos veteranos de grupos intelectuales, editores (Nexos, Cal y Arena, Letras Libres), analistas, escritores y lo que la coyuntura y la disputa política exijan, fueron muy beligerantes con AMLO por la falta de vacunas –ocultando la monopolización que hacen los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea en contravención a lo dispuesto por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas y recomendado por el papa Francisco–, la hilarante promoción de la rusofobia para desacreditar al antígeno Sputnik V; la magnificación de la enfermedad de Obrador y la iniciativa para reformar la Ley de la Industria Eléctrica, entre otros temas.
Y como es natural AMLO les hace frente en su estilo personal de gobernar y que según el dueto y sus seguidores genera polarización, para lo cual es indispensable que existan dos polos y ellos auspician abiertamente uno, es decir, tienen responsabilidad intelectual y ética en la polarización del país que es propia de cualquier proceso de transformación, de la índole que sea, debido a que genera resistencias, oposiciones partidistas y empresariales, asesoradas por Krauze y Camín.
Lo anterior es normal, nadie debe rasgarse las vestiduras, forma parte de la batalla política y económica por el poder –al regatear las inversiones privadas o chantajear con retirarlas–, o trozos de él dentro de 17 domingos.
No lo es tanto, sin embargo, la actitud politiquera de partidizar la tragedia planetaria y mexicana causada por el SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad de covid-19, al registrar en grandes titulares el número de infectados, hospitalizados y muertos, e ignorar al casi medio millón de recuperados. Mostrando con ello que no respetan la labor de los trabajadores de la salud y los riesgos mortales que corren todos los días.
Acuse de recibo
Falleció por covid-19 Carlos Piedra Ibarra, hijo de la querida tía Rosario Ibarra. Mi más sentido pésame a la ejemplar y veterana luchadora por la presentación de los desaparecidos, junto a las doñas de Eureka. Ibarra de Piedra me aclaró en alguna ocasión: “Por lo menos ideológicamente puedo ser tu tía y a mucha honra”… Hace poco menos de un mes el siguiente testimonio recabado por el corresponsal David Brooks podría sonar exagerado, ahora son abundantes: “Cada día se comparten más relatos de lo vivido por legisladores y sus equipos durante el asalto (al Capitolio de Washington).
La diputada Alexandria Ocasio-Cortez, tal vez la líder más reconocida del ala progresista de la cámara baja, admitió que pensaba que moriría ese día. No es exageración decir que muchos miembros de la cámara fueron casi asesinados, afirmó. Aún más grave, comentó: no me sentí segura rodeada de algunos de los legisladores derechistas, incluso simpatizantes de supremacistas blancos, que habrían podido haberla expuesto al peligro.”… Éder Vite, editor de Tribuna Comunista, semanario digital del Movimiento Comunista Mexicano.
“Muchas gracias. Va un saludo”.