A pesar de lo despreciada que ha sido la política, los políticos, los partidos Políticos y todo lo que entiende Juan Pueblo de la Política, la realidad inocultable, innegable es que ahí están. Con otro rostro, con otro disfraz con otro antifaz, reciclados, paulatina y hábilmente son protagonistas voluntarios algunos e involuntarios otros.

Muchos de ellos tienen la oportunidad de su vida a la sombra y con el impulso del Presidente Obrador y como el burro que tocó la flauta y de esos, dilapidan estérilmente su momento histórico. Algunos, los menos, contaban con su propio capital político, que sumaron a MORENA, otros, los más, ocuparon circunstancialmente, los espacios vacíos para completar candidaturas y luego, así, de pronto, se suben al ladrillo y llegaron a creérsela, se ven y se exhiben en tribuna, cándida o cínicamente, presumiendo sus miserias, limitaciones y carencias, culturales, intelectuales, educativas y humanas, en sus balcones del poder, lo mismo en el poder ejecutivo que en el legislativo, en las entidades federativas también desde los poderes locales, ejecutivos y legislativos. Mientras los políticos de oposición, más experimentados, se muestran cautos, a la vista de algunos observadores, acechantes, superlativamente conscientes de los tiempos y condiciones socio-económica-políticas del México actual, viendo el correr del tiempo, de una época que aún no termina de despejarse, pero que cada día que pase les exige recomenzar demanda reconstruirse y rehacer las condiciones para actuar, absolutamente diferente a los tiempos en que se esperaba que se dieran las condiciones, ahora no es así, las condiciones no se dan, se crean se hacen, con lo que se tenga a la mano y así se reflejará en lo que quede de los partidos políticos pero sin llamarse Partidos.

Los Partidos políticos extintos cedieron el paso a los “MOVIMIENTOS”, lo mismo, pero ahora con ese nombre, para evitar la herencia maldita del nombre, sin reconocimiento oficial que seguramente no tardará en modificarse la ley, para reconocer con la misma categoría de Partidos a los Movimientos, gatopardismo, cambiar para que todo siga igual.

Se prevé en el corto plazo, un dialéctico reacomodo de los espacios políticos, donde todos los partidos de oposición de todos los tamaños se tendrán que reinventar, sacrificar su protagonismo, modificar sus mecanismos de selección de candidatos, postulando a verdaderos líderes y ocupando los espacios de plurinominales, para personas pensantes, críticas y comprometidas con ideales, principios y necesidades de la sociedad. Personas o personajes que piensen en la dimensión de Estado, que tengan superados atavismos partidistas o egocentristas, propositivos y críticos, cuyas aportaciones maduras enriquezcan el debate legislativo, que terminen con el abaratamiento de las sesiones legislativas que han perdido su vocación deliberativa, cambiándola por la descalificación distractora o la defensa fanática de líderes sin argumentos.

Es urgente ver ya en todos los espacios de debate, la confrontación de ideas, en una dimensión universal y prestigiada, que emocione con argumentos y propuestas, en las redes, en los medios de comunicación en las instituciones de gobierno, en los tres poderes, en todos los espacios posibles, no con descalificaciones e insultos arrabaleros, porque es imprescindible encauzar la reflexión, meditada, fruto de sesudas consideraciones entusiastas, si se quiere corregir el rumbo de México, realizar un verdadero cambio y ennoblecer la profesión de la Política.

sadot16@hotmail.com

@EduardoSadot