El motivo de la humanidad que obligó a vivir en grupos o en tribus, a congregarse, comenzó precisamente con la necesidad de vivir con seguridad, defenderse frente a las amenazas de los animales y de las agresiones de otros humanos. Desde el hombre primitivo que vivió agrupado en tribus, o al surgimiento del feudalismo, los individuos fueron gregarios, por el instinto de protección y sobrevivencia.

En la antigüedad quienes vivían en el campo estaban expuestos a todo tipo de peligros y agresiones de bandas o forajidos, robos, asesinatos, violaciones, raptos, pérdida de familia o bienes y a la violencia en general. El ser humano se vuelve gregario, originalmente y para su protección, construyó castillos o ciudades amuralladas, donde los paisanos salían a cultivar sus tierras o cuidado de su ganado, pero retornaban a cierta hora en que se cerraban las puertas de las ciudades para garantizar su seguridad y las de sus familias o bienes, los señores feudales o los reyes recibían riqueza a cambio de la seguridad que brindaban en las ciudades amuralladas, la protección se volvió un mecanismo de trueque o cambio y un factor de poder. Conforme evolucionan las sociedades, los sistemas políticos y las formas de gobierno, se entiende que evoluciona la seguridad en las grandes concentraciones humanas, el surgimiento del Derecho encarna la aspiración humana de crear herramientas o instrumentos que logren el equilibrio entre fuertes y débiles, ricos y pobres, poderosos y endebles, que combata las desigualdades para contribuir a la armonía entre las personas.

Conforme evoluciona la sociedad, los países, los gobiernos, las instituciones, se va precisando en quien recaen las diversas responsabilidades, que satisfagan las necesidades sociales, algunos les llaman cometidos del Estado o más específicamente de la administración pública, la evolución social consolida esos cometidos, que en los gobiernos primitivos, eran reducidos, a seguridad, justicia, salud, educación, conforme evolucionan las tareas se diversifican, hasta últimas fechas temas como la ecología y medio ambiente, con ello cada cometido evoluciona, se perfecciona para satisfacer mejor esas necesidades sociales, a veces su cumplimiento por parte del Estado, gobierno o administración Pública es prejuzgado por los métodos o instrumentos que utiliza para lograr su misión, el juicio del pueblo puede variar tanto, que llega a desacreditar a un gobierno y sus gobernantes, pero ante el juicio de la historia, conforme pasa el tiempo y a la luz de la distancia, se observa si cumplió con su función o si logró el propósito superior, LA SEGURIDAD, aunque en su momento pueda ser calificado erróneamente o superficialmente por su pueblo, como represivo, pero jamás, categóricamente nunca, puede renunciar a su responsabilidad aunque en principio lleguen a ser señaladas sus acciones como represivas, lo más importante es lograr la preservación de las vidas, integridad de las personas, sus bienes y las condiciones armónicas para el desarrollo de su pueblo, no hacerlo por no pasar por represivo es eludir demagógicamente una responsabilidad que puede costar todo, vidas humanas, tranquilidad y paz social, el futuro de su niñez y juventud, gravísimo cuando un Estado no cumple esa responsabilidad.

La violencia en las manifestaciones, sobre bienes de particulares, igual que asesinatos, robos, asaltos y secuestros, sin que el gobierno haga nada o mientras las declaraciones de impunidad anunciada y garantizada a quienes provoquen daños, fomentan el incremento de la comisión de delitos.

Cuando un Estado, Gobierno, Administración o gobernantes dan muestras de incapacidad para contener la violencia en la sociedad, han alcanzado su nivel de incompetencia. Es el momento en que sociedad y gobierno, deben aceptar que nos encontramos frente a un Estado fallido.