Uno de mis pasatiempos favoritos es el tiempo, verdaderamente nunca he podido alcanzar a comprender su dicotomía con la distancia y el espacio. Cuando creo asimilar la esencia de estos tres elementos, surge una duda, una disfuncionalidad, un ?gap? que me permite olvidar y me regenera la duda; cómo es que Einstein al observar un reloj, pudo comprender tan fácilmente la esencia de lo increíble: las leyes del universo.
La ciencia ha tomado la historia completa de la humanidad para comprender que la imagen (la luz) corre a una velocidad definida, como el sonido; la imagen que vemos de los cuerpos celestes ha viajado en algunos casos por millones de años desde su origen y a lo largo de la distancia universal para mostrarnos una imagen que ya no coincide con la realidad. La luz del sol toma alrededor de ocho minutos en representarse en la tierra como lo fue en su origen; la imagen del sol en este momento nos será visible ocho minutos más tarde. La imagen de la luna, toma sólo dos segundos en llegar a nuestro planeta; de ahí que veamos a nuestra luna con dos segundos de dilatación. De ahí que, un humano nunca podrá observar a la luna desde la tierra en tiempo real, a menos que se aproxime a nuestro solitario satélite natural.
El tiempo y espacio son dos elementos que nunca podrán comprenderse por separado desde que Einstein tuvo el acierto más increíble de los tiempos recientes: comprender que la inmensidad del universo demostraría que la luz viajaba por el espacio y se nos presentaba mucho tiempo después de su propia emisión. La imagen más lejana de nuestro universo podría haber viajado más de 13 mil 600 millones de años antes de llegar a nuestros telescopios. Muy seguramente, en nuestros días esa imagen milenaria ha evolucionado, pero para verla como es hoy o para saber si está aún ahí, habremos de esperar otros 13 mil 600 millones de años.
Einstein admiraba el tiempo, lo observaba y calculaba; mientras comprendía la inmensidad del universo y su distancia. Einstein es considerado un genio y quienes nos por permitirnos admirar sus descubrimientos no perdemos la oportunidad de asombrarnos.
Por eso creo que Camacho Quiroz hace bien en comprar relojes tan precisos; porque siempre es importante calcular la distancia y el tiempo para saber en qué lugar está uno; siempre es importante admirar el tiempo como lo hacía Einstein; siempre cargar con su telescopio de alta definición; y, sobre todo, calcular el tiempo y la distancia para que la representación del universo no sea una que ya pasó de moda. Camacho Quiroz hace bien en admirar el tiempo y haría mejor si supiera lo que dice cuando manifiesta su admiración por el tiempo.
Saludis.